Silencio total. La sesión plenaria que tuvo lugar ayer en Sant Joan d'Alacant se caracterizó por el mutismo de todos los grupos municipales en cuanto al tema que ha puesto en el punto de mira la gestión del alcalde, el socialista Jaime Albero. Ningún concejal intervino para preguntar al primer edil sobre la acusación de Compromís ante la Fiscalía Anticorrupción por haber contratado una agencia para administrar la información relativa a la huelga de basuras que estaba programada para mediados del mes de septiembre y que finalmente no se llevó a término.

Tanto los grupos de la oposición, Partido Popular, Compromís, Ciudadanos y el edil no adscrito Natxo Gisbert, como los socios del Partido Socialista, Esquerra Unida y Decido, dejaron pasar la oportunidad de pedir explicaciones públicas al alcalde por la contratación de dicha empresa con sede en Ourense y vinculada a miembros del PSOE a nivel nacional. Y es que, cabe recordar que la agencia RedCo3 Contenidos Comunicación Y Consultoría SL es propiedad del esposo de la responsable de comunicación de la gestora que capitaneó el PSOE y de la que también formó parte Pablo Celdrán, secretario general del Partido Socialista en Sant Joan.

Después de varios días de conflicto entre los socialistas y Compromís y entre el alcalde y sus socios por entender Albero que demostraron «falta de confianza» al poner en duda su gestión y solicitar los documentos relativos a la contratación y al trabajo realizado por dicha empresa que el PSOE entregó a Fiscalía de forma voluntaria, ayer parecía que nada había pasado y el pleno se desarrolló si hacer mención alguna a dicha cuestión.

Tal solo Manuel Aracil, portavoz del Partido Popular, recordó al alcalde su compromiso de facilitarles la documentación relativa al caso, una información que solicitaron hace varios días y que Albero les entregó al finalizar la sesión. Los populares dicen ser «prudentes», ya que «sin información no se pueden sacar conclusiones».

Por su parte, el alcalde de Sant Joan, Jaime Albero, tampoco tomó la iniciativa de explicar a todos los miembros de la corporación el por qué de la contratación de una agencia de comunicación de Ourense para gestionar las informaciones de una huelga que no se produjo y para argumentar y poner sobre la mesa el trabajo realizado por ésta, por el que Albero firmó una factura de 4.997,30 euros bajo el concepto «Plan de gestión y comunicación», todavía pendiente de pago a falta de la rúbrica de una técnico que se encuentra de vacaciones.

Última fila

Los tres concejales de Compromís, Llorenç Román, Alba Lledó y Sergio Agueitos han quedado relegados a la última fila de la bancada de la oposición. Los exsocios del PSOE han pasado de ocupar los primeros puestos de las mesas del salón de plenos a aquellos que se encuentran al final de la sala. Así, los tres ediles ahora ocupan los asientos que se encuentran entre el concejal no adscrito Natxo Gisbert y el regidor de Ciudadanos y por detrás de los siete ediles del Partido Popular, el grupo mayoritario de la oposición.