La próxima semana se cumplen 30 años de la tragedia que dejó seis muertos durante el Desembarco de los Moros y Cristianos de El Campello. Por ello, el municipio rindió ayer un homenaje a los fallecidos y heridos en aquel suceso registrado en 1987, con un recordatorio especial durante la tradicional misa por los festeros difuntos. Al finalizar, cargos festeros y municipales, con el alcalde Benjamí Soler y la presidenta de la Junta Festera, Àngela Sanz, al frente, y con representación de las fiestas de Mutxamel, depositaron una corona de flores en la Torre de la Illeta, donde se registró la fatal explosión. Los fallecidos fueron cuatro festeros de Mutxamel, un guardia civil de El Campello y un turista de Madrid.