La inyección de dinero público en la contrata de basuras y limpieza viaria ha abierto una nueva brecha entre PSOE y Compromís, socios en el cuatripartito de Sant Joan d'Alacant. Esta medida, anunciada por el alcalde de la localidad, el socialista Jaime Albero, sirvió para que los trabajadores de FCC desconvocaran la huelga indefinida que habían programado para las fiestas del Cristo de la Paz. Sin embargo, para Compromís, dicha decisión «premia la ineficiencia de la empresa» y «supone una irregularidad administrativa que no pone fin al problema de la limpieza municipal y que no solventa las necesidades de los trabajadores».

El pasado 6 de septiembre y apenas tres horas antes del inicio del paro, el Ayuntamiento se comprometió a invertir 100.000 euros más en la mejora del servicio de recogida de residuos urbanos y de limpieza viaria, una cantidad que se repartirá en tres años y que irá dirigida, entre otras cosas, a incluir en el contrato el saneamiento de nuevas calles, a la compra de contenedores marrones para materia orgánica y a la mejora de los salarios de los empleados de FCC.

Pero desde Compromís consideran que es «impresentable» que se incremente el precio de la contrata, que ya supone un desembolso de 1.750.00 euros al año. Y es que, los socios del PSOE consideran que FCC incumple el pliego de condiciones porque el servicio de limpieza «está siendo diana de quejas y denuncias vecinales».

«Mostramos nuestra gratitud por la desconvocatoria de la huelga, especialmente ante una reivindicación tan legítima como la mejora de las condiciones laborales de unos trabajadores que han estado olvidados en los últimos años. Pero no podemos permitir que el alcalde utilice estas demandas como excusa para ampliar una contrata de una forma irregular que incumple los procedimientos administrativos necesarios», manifestaron desde la formación local. Asimismo, Compromís denunció que Albero tomó dicha decisión de manera unilateral y sin consenso.

Presupuestos

Por otra parte, Compromís, partido que dirige el área de Hacienda, asegura que el alcalde ha modificado el presupuesto municipal de 2017 que está pendiente de aprobarse con una rebaja considerable del dinero de sus partidas como reprimenda por hacer público el incremento de los sueldos de los concejales en un 8% que Albero quería imponer. «Si al señor alcalde le molesta que denunciemos públicamente las irregularidades de su gestión, podría probar a preocuparse por tomar medidas que no pongan en peligro el futuro de nuestro municipio», declararon desde Compromís. «Esta propuesta fraudulenta está buscando una nueva confrontación que nos obligue a aceptar imposiciones, convirtiéndola en un nuevo motivo para poner en riesgo la aprobación de los presupuestos municipales», añadieron.