Una mejora en el servicio de transporte es el principal motivo que ha llevado al Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig a estudiar la implantación de un sistema de taxis a demanda para recorridos urbanos, con una fórmula similar a la que está a punto de poner en marcha Alicante.

Esta medida trata de complementar las líneas de autobús urbano que apenas llevan pasajeros y que resultan deficitarios para las arcas municipales, con un servicio de taxi a demanda que puede transportar hasta cuatro viajeros en un mismo viaje. De esta forma los costes se reducen y se presta un servicio personalizado que atenderá a las necesidades del ciudadano. «Todo son ventajas», explicó el alcalde de San Vicente, el socialista Jesús Villar, «porque un trayecto de dos o tres personas en un autobús es cuatro veces más caro que ese mismo trayecto en un taxi y es obvio que el taxi es mucho más cómodo».

«La idea es que los taxis funcionen como pequeños autobuses en determinados recorridos con pocos usuarios de línea» manifestó Villar. «De esta forma no sólo reducimos el coste sino que también la contaminación», añadió.

El alcalde destacó que para el usuario tendría el mismo coste que un viaje en autobús, puesto que el Ayuntamiento subvencionaría el trayecto. Además, resultaría mucho más cómodo porque el vehículo se adaptaría al horario que necesita el ciudadano.

Villar, acompañado por la edil de Transportes, Isalia Gutiérrez (Compromís), mantuvieron una primera reunión con el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Alicante, el socialista, Fernando Marcos, con el fin de «poder utilizar la misma fórmula».