El Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig destina este año a pagar a los bancos el mismo porcentaje que el ejercicio pasado dedicó a inversiones financieramente sostenibles. De ese importe, un millón de euros forma parte de inversiones previstas que no se han ejecutado en 2016 y el Ministerio de Hacienda obliga a destinarlo a amortizar deuda. En un contundente informe de la Intervención municipal advierte que, según los criterios del Gobierno, un total de 928.000 euros que el Ayuntamiento debía dedicar a inversiones financieramente sostenibles tendrá que destinarlo a amortizar deuda porque finalmente no se ha destinado a inversión.

Este año el Ayuntamiento ha dado un vuelco a su criterio de un año antes. El pasado ejercicio contaba con 4,5 millones de euros de superávit y dedicó 3,3 millones de euros a inversiones financieramente sostenibles (IFS), mientras que a amortizar la deuda con los bancos dedicó 830.000 euros. Este ejercicio, el superávit es de 5,5 millones de euros y a pagar la deuda con los bancos destina 3,9 millones, mientras que a realizar inversiones 1,3 millones de euros.

La aprobación del superávit y el destino que se le va a dar a esa cantidad se someten a la aprobación del pleno la próxima semana y la polémica está servida porque el grupo municipal popular ya ha advertido que detrás del reparto de los 5,5 millones del superávit del presupuesto se esconde «la mala gestión del equipo de gobierno». De las 17 actuaciones previstas sólo dos han finalizado en el año correspondiente; otras aún están por terminar, varias han culminado ya en 2017 y seis no se han adjudicado aún. «En noviembre ya nos alarmamos cuando nos dijeron que la ejecución de obras era del 3%», recuerdan, puesto que ello merma la capacidad de inversión para el siguiente año. El dinero destinado en las actuaciones ya adjudicadas queda como gasto comprometido y se incorpora al año siguiente pero resta nuevas posibilidades de inversión.

La concejal popular Cavi Escolano arremetía ayer contra el concejal de Hacienda, Alberto Beviá (Guanyar), porque «siempre han dicho que amortizar deuda era rescatar a los bancos». «El PP considera necesario incrementar las inversiones y amortizar la deuda, pero no tan excesiva». La edil advierte de que el equipo de gobierno debió hacer una mejor planificación del presupuesto. Y añade: «Han previsto ingresos por debajo de los obtenidos y eso es una mala planificación». «En 2016 teníamos para IFS 3,3 millones y sólo se ha ejecutado 157.000 en ese año. Tenían que haber invertido 2,2 millones y el no hacerlo merma la capacidad para 2017. Han dejado sin empezar 928.000 euros y por ley tienen que ir a amortizar deuda». Para el PP, es una incongruencia que este año el Ayuntamiento destine el 70% del superávit a pagar deuda y afirman que la filosofía de Guanyar es la contraria, al recordar que la concejal Mariló Jordá defendía hace un año la necesidad de realizar inversiones y amortizar menos deuda. «Ella misma reconoció que San Vicente es un municipio saneado así que no es necesario amortizar tanta deuda».