Medio Ambiente ha empezado a repartir trampas para prevenir y reducir la aparición de procesionaria. La concejalía ha adquirido 300 trampas de feromonas para repartir a los vecinos. Para ello deberán acercarse hasta el área de Medio Ambiente y acreditar que se es vecino de la localidad.

La edil Nuria Pascual explica que «la cápsula que se entrega a los vecinos se tiene que colocar dentro de una caja que se sitúa en una rama elevada del pino». El objetivo de este sistema es atraer con el olor al macho adulto que queda atrapado en la caja. «Así se evita la fecundación de la hembra, por lo que no hay puesta de los huevos ni aparición de las larvas», describe la concejal.

Pascual apunta que además de dar las trampas «se entrega un folleto explicativo con las instrucciones precisas sobre la colocación de la pequeña cápsula que contiene las feromonas en el interior de la caja así como la distancia y lugar en que se ha de ubicar en el árbol». El Ayuntamiento realiza a la vez el control biológico en las pinadas municipales, en la Cañada Real, en la carretera de La Alcoraya y en las inmediaciones del Camí de la Sendera. El área se prepara contra la plaga ya que el vuelo del insecto se produce entre junio y septiembre.