Segundo intento de la Generalitat en apenas un año para animar la implantación de empresas en el polígono El Espartal III de Xixona, inaugurado hace más de una década. La Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo ha lanzado un nuevo concurso para la comercialización de naves y parcelas de suelo industrial de este parque empresarial, tras el fracaso de la campaña lanzada el año pasado, que finalizó sin lograr la venta de ninguna parcela, al igual que la impulsada en 2014 por el anterior gobierno autonómico.

En total se ofertan 42 parcelas que suman unos 65.000 metros cuadrados de superficie industrial, de los 102.000 metros cuadrados con los que cuenta el parque para este uso, es decir está libre más de la mitad. El polígono sigue siendo un desierto salvo por la sede del Consejo Regulador del Turrón, la macroplanta de chocolate de Antiu Xixona y la distribuidora de artículos para la higiene Huraya, además de un par de empresas más pequeñas. Pese a ser una demanda histórica, su inauguración en 2006 llegó muy tarde y la coyuntura económica ha hecho que apenas se haya desarrollado esta superficie industrial en la Cuna del Turrón.

El concurso ofrece distintas modalidades de contratación, facilidades e incentivos. El pliego recoge las modalidades de venta con abono total del precio o con pago aplazado, el derecho de superficie y el arrendamiento Ad Aedificandum -alquiler gratuito- para la adquisición de las parcelas, cuyo tamaño va desde los 900 m2 hasta los 5.787 m2.

El precio está fijado en 46,08 euros el metro cuadrado sin IVA, es decir un 8,5% menos que los últimos concursos, en los que estaba en 50,40 euros el metro cuadrado. Su precio inicial en 2006 rondaba los 90 euros el metro cuadrado.

Igualmente, entre los criterios del Ivace para valorar las solicitudes se tendrán en cuenta la inversión económica a realizar, la prestación de servicios complementarios que favorezcan al resto de empresas instaladas en el parque, la creación de empleos, la reubicación de industrias existentes en núcleos de población y la inversión proyectada en Investigación, Desarrollo e Innovación.

En los últimos dos años se han intensificado las reuniones entre la Conselleria y el Ayuntamiento para tratar de impulsar la instalación de industrias en el polígono, reclamado durante décadas pero que tras interminables retrasos no se abrió hasta 2006, cuando ya la iniciativa privada, a través de la turronera El Lobo-1880 y ante esta demora, había promovido con gran éxito su propio parque empresarial al lado, hasta el punto de tener que duplicar su superficie industrial hasta los 60.000 metros cuadrados. Unas 40 empresas se instalaron allí.

Además, en Mutxamel abrió sus puertas el polígono Riodel meses después de inaugurarse El Espartal III, pero con mejores comunicaciones y menos retrasos.

La Generalitat en 2014 planteó desarrollar en El Espartal III un clúster agroalimentario que aspiraba a crear 250 empleos con la llegada de 24 empresas, y por el que no se interesó ninguna mercantil.