Del «Sin Vergüenza» al «Gracias». San Vicente del Raspeig ha pasado de una campaña de comunicación agresiva en la que mostraba los malos hábitos de los vecinos en materia de limpieza a otra radicalmente opuesta en la que agradece los comportamientos cívicos. Hace un año los carteles mostraban a personas sacando la basura a deshora, tirando restos de poda en los contenedores y dejando en un parque la caca de su perro tras de sí con el lema también en valenciano «Poca Vergonya».
Aquella campaña generó polémica y cierto malestar. La oposición la criticó al considerar que el mensaje que se mandaba era negativo y estigmatizaba a todos los sanvicenteros.
Así que en un año se ha pasado a todo lo contrario. Del «Sin Vergüenza» para recriminar la falta de reciclaje y los malos hábitos de limpieza al agradecimiento. Ayer, el alcalde, Jesús Villar, junto a las concejalas de Infraestructuras y Servicios Urbanos, Mariló Jordá, y de Medio Ambiente, Nuria Pascual, presentaron la nueva campaña y sostuvieron los nuevos carteles en los que en las imágenes, esta vez en positivo, se agradece el hecho de tirar la basura cerrada y en el horario indicado, por recoger las cacas de los perros y por no dejar que las mascotas orinen en el mobiliario urbano, uno de los caballos de batalla del Ayuntamiento y que obliga a cambiar el mobiliario urbano.
Jordá explica que es una realidad poco conocida que los orines de las mascotas corroen y deterioran las piezas metálicas de las farolas, las patas de los bancos, los soportes de las papeleras o las señales de tráfico, que se estropean rápidamente por efecto de la acidez de la orina de los animales. Y piden a los vecinos que adopten el hábito de mojar con un poco de agua los restos de orín en esas piezas metálicas. De hecho, esta situación obliga a cambiar muchas de las piezas lo que redunda en un mayor gasto.
«Era muy fuerte»
El Ayuntamiento explica que con el lema «Sin Vergüenza» de la campaña anterior el Ayuntamiento abrió el debate sobre la existencia de comportamientos incívicos e insolidarios de ciudadanos que no consideran la calle como un espacio propio. Y a pesar de ser tan explícitos, los responsables municipales reconocen que todavía queda mucho por hacer porque se mantienen los malos hábitos. Mientras que desde la oposición, el grupo popular considera que la primera campaña «era muy fuerte», reconocía ayer la portavoz, Mercedes Torregrosa, quien advierte de que siguen recibiendo quejas. Pide «al alcalde y la concejal que se paseen por el pueblo y vean la dejadez». Y pide que se aumenten los servicios, sobre todo de cara al verano.
«Quizá ahora es más adecuado el lema de la campaña», y explica que no vale todo a la hora de buscar un mensaje que llame la atención. Máxime cuando, aseguran los populares, en este intervalo de tiempo la campaña no ha dado grandes resultados.
Dos caras de la realidad
«Ambas campañas se convierten en las dos caras contrastadas de una misma realidad», reconocía la concejal responsable del área de Infraestructuras. Reconocía que, aunque la limpieza y el buen orden de los espacios públicos es una responsabilidad del Ayuntamiento, «pedimos la implicación y colaboración de los vecinos para que comprendan la importancia que tiene su colaboración en el mantenimiento de un San Vicente limpio del que todos nos sintamos orgullosos».
