El bando de la cruz desplegó ayer sus armas en San Vicente del Raspeig ante miles de personas que desafiaron al viento y al frío y salieron a la calle para disfrutar de la Entrada Cristiana, uno de los actos más importantes de las fiestas patronales en honor a San Vicente Ferrer. La localidad se volcó con el espectáculo de baile, música y color que comenzó pasadas las 18 horas y que hizo las delicias de los espectadores que se concentraron a lo largo de la calle Alicante y en la avenida Ancha de Castelar.

Con las espadas, mazas y látigos a punto y ataviados con sus mejores galas, las diez comparsas cristianas pisaron fuerte y disfrutaron de su día grande. Incluso los más pequeños lo dieron todo desfilando al ritmo de los pasodobles y animando al público. La Entrada Cristiana contó con más de un millar de festeros, según informaron desde la Unión de Comparsas Ber Largas. Una cifra que aumenta hasta las 2.000 personas si se tienen en cuenta a los músicos, ballets y otros componentes que pusieron su granito de arena en crear un espectáculo cargado de imaginación.

La Reina de las Fiestas, Claudia Mira, la Reina de la Primavera, Carla Martínez y sus Cortes de Honor fueron las encargadas de abrir el desfile en carroza. Las representantes 2017 de las fiestas patronales no dejaron de saludar en todo el trayecto y de mandar besos a aquellos que les gritaban «guapas».

Pero los verdaderos protagonistas de la jornada fueron los Visigodos, que este año ostentan la capitanía cristiana. Los capitanes, Juanjo Lillo y Natalia Beviá, desfilaron sobre una majestuosa carroza en la que estuvieron acompañados por sus dos hijos, Blanca y Juan Lillo. La capitana 2017 no pudo contener la emoción y, en varias ocasiones, tuvo que dejar de saludar al público para limpiarse las lágrimas. Asimismo, la alegría también estuvo muy presente en los abanderados, Álvaro e Isabel Beviá, hermanos del capitán.

El boato de la comparsa, que cuenta con unos 140 miembros, fue una recreación histórica sobre las hazañas de los visigodos en la provincia. Así, una gran cruz visigoda tirada por dos bueyes inició el pasacalles de la capitanía cristiana y cinco bandas de música se encargaron de amenizar el desfile. Además, la comparsa recreó la Corte del Rey Tarmid, en la que las mujeres se vestían de hombres para batallar contra los enemigos. Una estructura con un muro de madera sirvió de plataforma para las mujeres que, al darse la vuelta, portaban máscaras de hombre.

Tras la elaborada puesta en escena de los Visigodos, la Entrada Cristiana continuó con el desfile de los Astures (el alcalde de San Vicente del Raspeig, Jesús Villar, forma parte de esta comparsa), los Navarros, Cristians, Almogàvers, Maseros, los Caballeros Templarios y los Estudiantes. Y tras todos ellos llegó el turno de los Contrabandistas, que este año ostenta la Alferecía.

El caballo y el fuego fueron los dos elementos sobre los que giró el boato de los Contrabandistas. Dos símbolos que, tal y como explicaron desde la comparsa, definen la historia de estos bandoleros y trabajadores del campo y son «aspectos fundamentales de su manera de entender la vida». Así, la identidad de la comparsa estuvo representada por dos ballets, uno que trató sobre el fuego y otro en el que destacó la participación de un caballo.

Los Contrabandistas contaron con la participación de cuatro bandas de música: La Asociación Cultural Amigos de la Música de Caudete, la Agrupación Musical Vega Baja, la Asociación Amigos de la Música de Yecla y la Asociación Cultural El Tossal de San Vicente. En una carroza que simulaba una cueva se llevó a cabo una batalla entre franceses y contrabandistas.

La alférez, Mónica Martínez, disfrutó de su momento subida en una carroza que precedía al desfile de la filada especial de la que ella ejerce como cabo y que cerró el desfile.

Los Moros y Cristianos de San Vicente del Raspeig continúan hoy con la celebración de la Entrada Mora que tendrá lugar a las 18.00 horas. Los Moros Nuevos, que ostentan la capitanía, abrirán el desfile, seguidos por los Pacos, Tuareg, Marrocs, Almorávides, Benimerines, Negros Filà Caballo Loco, Negros Zulúes y Moros Viejos. Los Abbasires, alferecía 2017, cerrarán la Entrada.