El Ayuntamiento reabrió la pasada semana la Casa de Cultura de Xixona tras seis meses de obras que obligaron a realojar durante ese tiempo las diferentes actividades, talleres y cursos que allí se imparten. De todas formas las obras aún siguen, ya que quedan por reconstruir los dos balcones con balaustrada y pintar la fachada, según explicó ayer la alcaldesa Isabel López. Las obras, con un coste de 200.000 euros, se han centrado en mejorar la accesibilidad al complejo con un ascensor, una plataforma a la entrada y la renovación de los aseos, actuación que se acabó a finales de diciembre. Además, se han reformado balcones por el peligro de desprendimientos que presentaban, lo que ha retrasado la reapertura hasta marzo.