El sindicato mayoritario en el Ayuntamiento de El Campello ha defendido el cobro del complemento de la productividad por parte de los funcionarios municipales, después del informe del Síndic de Comptes que alerta de irregularidades en este abono por no estar ligado a una valoración objetiva. La Federación de Sindicatos de Empleados Públicos (FESEP), como organización sindical con mayor representación en el Consistorio de El Campello y que agrupa a varios sindicatos (entre ellos el SPPLB), ha salido al paso de este informe de fiscalización del año 2015.

Desde esta federación sindical explican que «el complemento de productividad que se percibe desde hace una década de forma continuada, en la mayoría de los casos, sí está supeditado a un cumplimiento de objetivos realizando previamente su valoración y evaluación».

Del mismo modo aclara que «en otros casos, se abona por factores que deberían estar incluidos en el complemento de destino o complemento específico, pero que no se han introducido todavía por las limitaciones económicas impuestas en las Leyes Presupuestarias aprobadas por el Gobierno central desde hace muchos años, permitiendo la legislación vigente provisionalmente su abono en productividad. En este sentido hay que recordar que la doctrina y jurisprudencia de los juzgados y diferentes tribunales de justicia viene reconociendo para los funcionarios como ajustadas a Derecho estas situaciones citadas del complemento de productividad. Por lo que no sería legal su suspensión».

De cualquier forma señala que «todo ello sin perjuicio de seguir trabajando con la Corporación municipal desde 2016 en la redacción de un nuevo reglamento de productividad que regularice dicha retribución y también a medio plazo, dentro de esta legislatura, en elaborar una nueva Relación de Puestos de Trabajo que actualice el organigrama municipal, las tareas de los puestos de trabajo y la valoración económica de los mismos, para ser más eficaces y eficientes».

Este informe advertía que «el complemento de productividad lo cobran algunos trabajadores del Ayuntamiento sin que esté vinculado a una valoración objetiva», lo que considera «una incidencia básica e implica una debilidad relevante de control interno». El alcalde Benjamí Soler ha recordado que este situación se arrastra desde hace años y que desde que accedieron a la Alcaldía en 2015 están trabajando en un reglamento de productividad para resolver este problema.