Lo que empezó como una discusión baladí por haber excedido en diez minutos el horario de uso de la pista de fútbol de la sala cubierta del polideportivo municipal, entre el conserje, el entrenador del equipo juvenil del Club Fútbol Sala Sant Joan y algunos padres, terminó unos minutos después, en la puerta de salida de las instalaciones deportivas, con una agresión física. Un violento empujón al funcionario municipal, que acabó con la clavícula rota y numerosas contusiones.

Los hechos ocurrieron sobre las 22.00 horas de pasado día 26 de enero, aunque la víctima no pudo presentar la denuncia por un delito de lesiones en el Cuartel de la Guardia Civil de Sant Joan, hasta el día 31, días que necesitó para reponerse de unas heridas que le obligaron la pasada semana a ser operado de la clavícula, y le mantendrán de baja laboral durante unos meses. Fuentes de la Guardia Civil confirmaron ayer que, una vez presentada la denuncia, se inició la investigación que se centró en el padre de uno de los jugadores del juvenil, que tanto los testigos como la víctima señalaron como el autor de la agresión, al que se le imputa un delito de lesiones, por el que tendrá que responder ante la justicia.

Sanción al progenitor

El presidente del Club Fútbol Sala Sant Joan, Paco Rubio, tachó ayer los hechos de «injustificables e inadmisibles» y explicó que el entrenador ha sido suspendido tres meses y medio de empleo y sueldo, «porque aunque él no tuvo nada que ver en la agresión física, por los testimonios recogidos entre los testigos, jugadores incluidos, el monitor y el conserje empezaron una discusión, probablemente fruto de la confianza que tienen, delante de los menores. Este pequeño enfrentamiento dialéctico propició que también interviniera el padre en cuestión, con un tono muy violento, y unas amenazas, que lamentablemente, después cumplió con la agresión física». El responsable del club destacó que el proyecto «es deportivo, pero sobre todo, educativo, y a pesar de que el monitor ha pedido disculpas, su comportamiento no fue apropiado, porque el conserje hizo su trabajo al pedirle que abandonaran la pista, aunque hubieran entrado diez minutos más tarde, por el retraso que provocaron los partidos disputados anteriormente, no tenía que haberse producido discusión alguna, y menos delante de los niños», sentenció Rubio. El club ha prohibido además al padre denunciado la entrada a todas las zonas donde estén desarrollando sus actividades.

Contundente reacción

Ante la gravedad de los hechos, el edil de Deportes, Santiago Román, (Decido), convocó un «gabinete de crisis». Una reunión con los responsables de los servicios jurídicos municipales, el departamento de personal, el jefe de la Policía Local, el secretario, y los representantes de la Concejalía de Deportes, para abordar los hechos y respaldar al colectivo de los funcionarios. En este sentido, Román anunció ayer que «el Ayuntamiento se personará como acusación para dar amparo al trabajador, lo haremos con un abogado penalista externo», sentenció el concejal de Deportes.

La contundente reacción de la concejalía incluye también, según destacó Román, una sanción para el progenitor denunciado, «mi intención es prohibirle la entrada al polideportivo municipal, amparándonos en la Ley del Deporte, y la Ley de Espectáculos». Esta agresión se suma a la sufrida, hace dos meses, por otro funcionario municipal, de Servicios Sociales, que recibió un «cabezazo», al parecer de un enfermo mental, por lo que continúa de baja.