Compromís reclamó ayer al equipo de gobierno de Xixona que busque una ubicación alternativa para las pistas de pádel que se van a levantar entre el polideportivo, el colegio Sagrada Familia y el campo de fútbol de Sant Sebastià, y cuya obra va a obligar a derribar la Casa Geralda. Su edil Joan Arques calificó de «barbaridad» el gasto previsto, 260.000 euros, «ya que por 40.000 euros tienes unas pistas de pádel. En este tema no ha habido en ningún momento consenso ni diálogo».

El regidor reconoció el avanzado deterioro de esta mansión señorial del siglo XIX sobre la que se van a levantar las pistas, pero puso en duda que sea necesario un gasto tan grande para llevar a cabo el proyecto. Además, recordó que el pasado verano, cuando se realizó la modificación de crédito para dotar económicamente esta actuación, Compromís fue el único partido que votó en contra, saliendo adelante con los votos del PSOE (6) y la abstención de las otras formaciones (6).

Por su parte, la alcaldesa, Isabel López, recordó ayer que es el coste que han estimado los técnicos en el proyecto, que no solo incluye dos pistas sino también gradas, urbanizar la zona, iluminación, mejorar el acceso y que esté homologada para competiciones oficiales. Y señaló que la junta de gobierno aprobó la salida al licitación con el respaldo de Més Xixona, y que es la ubicación adecuada al constituir una ampliación del polideportivo y aprovechar así sus servicios.