Las obras de instalación de un colector de aguas pluviales en la calle Lo Torrent y en la avenida l'Almàssera están causando verdaderos quebraderos de cabeza a los comerciantes de la zona. Los establecimientos, que han quedado aislados debido al corte de las calles, han visto cómo el número de clientes ha descendido considerablemente desde que comenzaran los trabajos a mediados del pasado mes de diciembre.

Los comerciantes han denunciado pérdidas económicas que consideran derivadas de las obras, de la imposibilidad de circular con los vehículos y de la supresión de las plazas de aparcamiento. «De diciembre a enero he tenido una pérdida de 8.000 euros y ha mediados de febrero sólo llevo facturados 1.800 euros», aseguró Iván Gallardo, dueño de un establecimiento de catering que, además, ha tenido que despedir a uno de sus empleados.

Gallardo, que abrió su negocio pocos días antes del comienzo de las obras, manifestó que el Ayuntamiento no avisó a los comerciantes de que se iban a realizar dichos trabajos en el entorno de Lo Torrent. Asimismo, el afectado afirmó que la instalación del colector llevaba mucho tiempo parada y que apenas se veía movimiento por parte de los trabajadores. Una situación que parece haber cambiado tras una reunión mantenida con Mariló Jordá, edil de Urbanismo de San Vicente del Raspeig.

Iván Gallardo ha recogido cerca de 65 firmas de los comerciantes de la zona, firmas que presentará en el Ayuntamiento si el 1de marzo no se abre al tráfico la avenida l'Almàssera y un carril de Lo Torrent. Y es que, el plazo de ejecución de estos trabajos es de cuatro meses, por lo que parece que finalizarán a finales del mes de abril. «Con el promedio que llevo, hasta mayo habré perdido 50.000 euros», comentó Gallardo. Además, Gallardo está barajando denunciar al Consistorio sanvicentero «por daños y perjuicios».

Otros establecimientos de la zona también han notado un descenso en el número de clientes. «Poca gente pasa. Se nota que viene menos gente», manifestó Juan Arellano, camarero de un bar situado en la avenida l'Almàssera. Una situación que también corrobora el dueño del «kebap» de la calle Lo Torrent que, además, ha tenido que quitar cuatro mesas de la terraza y ahora solo cuenta con dos. «Hay muchas molestias. La gente no se sienta en la terraza por el polvo de las obras, que además han estado mucho tiempo paradas y tampoco hay sitio para aparcar», declaró el propietario del local de comida.

Por otra parte, Iván Gallardo denunció que, debido a las obras del colector de aguas pluviales, el servicio de recogida de basura no llega hasta donde se encuentran los comercios y que tiene que desplazarse en coche hasta los contenedores más próximos: «Me están cobrando un impuesto de basuras anual de unos 500 euros por un servicio que no tengo».