Las abundantes lluvias de diciembre y enero han llevado a los regantes de l'Alacantí a recuperar un antiguo canal en desuso para aprovechar las aguas que vienen de Xixona y La Torre. Pese a que las fuertes precipitaciones han revivido las fuentes del interior de la provincia, algunas que no salían desde hacía una década, el agua embalsada en el pantano de Tibi sigue siendo muy salada para los regantes de la huerta de Alicante.

Para evitar que se mezcle el agua de extraordinaria calidad que trae el río de La Torre, que lleva caudal recogido en Xixona y La Torre de les Maçanes, con la que baja por el río Montnegre desde el pantano de Tibi, que también está lleno pero con unos índices de conductividad muy altos, se ha reparado y vuelto a poner en funcionamiento el Canalillo.

El presidente de la Comunidad de Regantes Sindicato de Riegos de la Huerta de Levante, Francisco Vidal, explica que han reparado el tramo más alto de este canal, construido hace un siglo y que llevaba desde las avenidas de principios de los años 80 fuera de uso, al quedar entonces completamente aterrado.

Vidal destaca que las aguas del río de La Torre son ahora de una gran calidad y las están empleando en lugar que las procedentes de la depuradora de Orgegia. Se trata de un caudal de unos 150 litros por segundo, que gracias a la reparación del Canalillo, a la altura de donde estaba la desaparecida ermita del Chapitel, ante de que se junten el río de La Torre con el de Montnegre, se puede usar sin que baje su calidad al mezclarse con el agua del pantano. Y es que los regantes llevan más de tres años sin usar los recursos del pantano. Pese a que las lluvias han hecho que el embalse pase de estar al 20% de su capacidad a estar lleno -tira agua por el aliviadero aunque no ha rebosado-, el agua sigue presentando allí una alta conductividad de unos 3.000 microsiemens, que tras discurrir por el río Montnegre y llegar al Pantanet de Mutxamel supera los 4.000, inviable para el riego.

Vidal destaca que pese a las lluvias en la zona de la Foia de Castalla, la existencia en la zona de la Finca Terol de la Fuente Salada, cuyos aportes son como recuerda su nombre altos en sal, hacen que pese a las aportaciones por las precipitaciones, la calidad del caudal del pantano no sea adecuada.

De cualquier forma, los regantes son conscientes de que el agua que viene desde hace un par de semanas de Xixona y La Torre va a ir menguando, pero mientras puedan van a aprovechar un caudal que desde hace más de 30 años no podían usar, tanto por no funcionar la infraestructura necesaria como por los diversos episodios de sequía que ha padecido la provincia.