El colegio Cristòfol Colom de Xixona suspende sus clases del 13 al 17 de febrero para poder retirar las cubiertas con amiantoamianto. La Conselleria de Educación comunicó de forma oficial el viernes al centro que esa semana no será lectiva, y la Ampa ha emplazado a los padres el lunes para aclarar dudas y estudiar alternativas para acoger a los niños que no puedan quedarse en sus casas.

El motivo de que se tengan que realizar los trabajos ahora no se debe a que exista una situación de peligro inminente para los cerca de 350 escolares del centro, el más numeroso de Xixona, sino por los plazos del contrato de adjudicación de la obra que hacen que si no se ejecuta este mes se rompe y hasta al menos 2018 no se podría llevar a cabo, iniciando de nuevo todo el proceso administrativo.

La actuación iba a acometerse el pasado verano e incluso se realizó el acopio de materiales, pero cuando se iba a empezar con la retirada de la cubierta de amianto, para lo que no puede haber nadie en las instalaciones, se dieron cuenta de que había más material del inicialmente previsto. Había no sólo en el tejado del gimnasio, sino también en el doble techo del comedor. Para retirarlo se necesitan unos permisos especiales para unas cantidades determinadas, para además trasladar y destruir este peligroso material que mientras que no se manipule y no se rompa no supone un riesgo, por lo que no se ha podido acometer ni en verano ni en Navidad al no estar los nuevos permisos.

El problema es que si no se ejecuta en febrero, hay que indemnizar a la empresa adjudicataria, rescindir el contrato y, además, la obra se tendría que posponer hasta al menos 2018, ya que para 2017 ya están todas las actuaciones comprometidas y presupuestadas. Esta actuación contaba inicialmente con una dotación económica por parte de Educación de 41.165 euros, que se ha visto incrementada por este contratiempo al ser de mayor envergadura la obra. La sustitución de la cubierta también permitirá solucionar las goteras que causan relevantes daños en el parqué del gimnasio.

Circular de la Conselleria

Los padres de los alumnos recibieron el viernes por la tarde la circular de la Conselleria en la que se informa de la suspensión de las clases del 13 al 17 de febrero, y que para recuperarlas se alargará el curso una semana más, del 21 al 27 de junio. En el escrito también se especifica que tras la retirada, en la siguiente semana se dará prioridad a restablecer la cubierta del comedor, y mientras no esté disponible una parte de los alumnos comerán en sus clases y otra en la biblioteca, en dos turnos.

La circular, fechada el mismo viernes y a la que ha tenido acceso este medio, destaca que esta situación «viene generada por los plazos del contrato de la obra, que imposibilitan su ejecución en otras fechas vacacionales». Además, explica que se van a adoptar todas las medidas de seguridad necesarias para limpiar y descontaminar las zonas afectadas por la retirada del amianto.

Igualmente la Ampa también ha remitido a los padres un escrito en el que explica cómo se han sucedido los hechos. En el mismo se relata que el pasado viernes 27 de enero el colegio fue informado por parte de la inspectora de que las obras comenzarían el 13 de febrero y que se tenía que cerrar durante esa semana, iniciando el equipo directivo gestiones para atrasar las obras y evitar el cierre. El martes pasado se convocó el Consell Escolar en el que se reiteró que las obras iban a empezar el 13 de febrero, por lo que la Ampa pidió una reunión urgente con la inspectora y los técnicos de la Conselleria para aclarar las dudas sobre las fechas y la seguridad de niños y personal docente.

Al día siguiente se produjo esta reunión en el Ayuntamiento, en presencia también de la edil de Educación María Teresa Carbonell, un técnico municipal y el encargado de la empresa. Pese al intento del Ampa de retrasar la obra, la Conselleria insistió en que «por cuestiones burocráticas referentes al plazo de adjudicación de la obra» no era posible, y que en caso de no hacerse ahora no se sabía cuándo se podría ejecutar. Entonces los padres pidieron a Educación una comunicación oficial sobre la suspensión de las clases y un informe técnico sobre las medidas de seguridad de las obras, que llegaron el viernes.

Por su parte la edil de Educación explicó ayer que «el Ayuntamiento está siempre del lado de los padres y es cierto que son malas fechas, pero la situación ha venido así debido a los permisos necesarios y los plazos del contrato, y si no se realiza ahora la obra, que es muy necesaria, no sabemos cuándo se podría ejecutar. Hemos estudiado alternativas para acoger a los niños pero no tenemos capacidad para 300 o 350 niños... se trata con mucha diferencia del colegio con más alumnos de Xixona. En función de lo que nos diga la Ampa de cuántos niños no pueden quedarse en sus casas trataremos de ayudar en lo posible».