Xixona seguirá contando con el Cine de Dalt como principal escenario cultural del municipio. Pese a que el Ayuntamiento y la Iglesia no han llegado a un acuerdo para la venta de este inmueble de propiedad eclesiástica y esta instalación parecía abocada al cierre, lo que habría generado una enorme dificultad para la programación cultural que allí se desarrolla, finalmente se ha salvado la situación aunque no se ha resuelto el problema de fondo, que viene de hace más de un cuarto de siglo.

La alcaldesa, Isabel López, ha anunciado que la Corporación va a aceptar la propuesta remitida el pasado 30 de diciembre por la Junta Parroquial para prorrogar por tres años el convenio, que expiró en julio de 2015 y se había ampliado en varias ocasiones hasta el 31 de diciembre, en las mismas condiciones que hasta ahora. Y esta propuesta ha llegado cuando el Consistorio daba por rotas las negociaciones y ya daba por hecho que en 2017 no podría contar con el Cine de Dalt, principal auditorio del municipio y cuyos gastos de mantenimiento habría tenido que asumir la Junta Parroquial.

Las posturas estaban muy alejadas, ya que según fuentes municipales, la Iglesia pedía 500.000 euros por la venta del inmueble, o bien que se procediera a una expropiación o que el Ayuntamiento, además de hacerse cargo del mantenimiento del Cine de Dalt (incluida luz, agua e IBI), pagara un alquiler. La alcaldesa explicó ayer que la intención de la Corporación era y sigue siendo comprar el complejo, pero a un precio razonable, ya que es necesaria una fuerte inversión para adecuar unas instalaciones que ya remodeló hace 25 años el propio Consistorio.

La primera edil destacó que «no estamos dispuestos a pagar un alquiler que nunca hemos abonado, por unas instalaciones que dan servicio cultural a todos los vecinos, incluida la Junta Parroquial, y por las que no se cobra ninguna entrada ni se gana ningún dinero». Y agregó que el resto de grupos políticos han estado puntualmente informados de estas negociaciones.

Discrepancias

El Consistorio ha llegado a ofrecer 167.000 euros por el Cine de Dalt, recordando la alcaldesa que se ubica en una parcela catalogada como dotacional, por lo que allí no se pueden levantar viviendas, y que está dentro del casco antiguo con las restricciones urbanísticas que ello comporta. Además, este inmueble fue adquirido en los años 50 del pasado siglo por 400.000 pesetas por varios vecinos que lo cedieron al Patronato de San Sebastián para el uso de los xixonencs, y posteriomente esta entidad lo donó a la Junta Parroquial por su desaparición.

El Ayuntamiento ya mantuvo contactos con la Junta en 2009 para tratar de llegar a un acuerdo para la compra, unas negociaciones que han proseguido sin resultado. El propio Consistorio ya invirtió 52 millones de las antiguas pesetas en 1992 para reformar por completo la instalación pese a no ser de su propiedad, tras ser cedido su uso por 25 años, y actualmente es necesaria otra reforma que no está dispuesta a afrontar la Corporación si no tiene en propiedad el inmueble. Y se trata de una obra que pide a gritos la instalación, ya que presenta numerosas deficiencias en cuanto a accesibilidad y escenario.

El Cine de Dalt se ubica a escasos metros de La Plaça, sobre un solar de 394,50 m2 y con una superficie total construida de 823,44 m2.

Por su parte, el portavoz de Més Xixona, Mario Carbonell, que forma parte del equipo de gobierno, recordó que las instalaciones no cumplen con las necesidades de Xixona y carecen de accesibilidad que por Ley se va a exigir a partir de 2018, por lo que la solución considera que es construir un auditorio. También mostró su rechazo a una compra, ya que sólo aceptarían asumir los gastos de una cesión de la propiedad.