El jardín vertical de San Vicente del Raspeig es uno de los hitos y particularidad que tiene el municipio. Se trata de uno de los primeros del país y también es uno de los de mayores dimensiones, se asemeja a un edificio de seis plantas y ocupa una superficie de 340 metros cuadrados. Ahora la controversia está servida por el estado en el que se encuentra esta instalación vegetal situada frente al edificio consistorial nuevo.

El cuatripartito ha decidido hacer una inversión de 20.000 euros para dar mayor vigor a las plantas, ya que hay especies secas y la imagen en algunos puntos es que está descuidado, según ha criticado y denunciado el grupo municipal popular en la oposición. Algo que niega con rotundidad la concejal de Medio Ambiente, Nuria Pascual, que explica que el mantenimiento se realiza con normalidad. La edil reconoce que el sustrato es el que no está funcionando demasiado bien, por lo que se va a abordar para mejorar el aspecto futuro del jardín vertical. Pascual explica que su área está haciendo los estudios para poner en marcha una experiencia piloto con el objetivo de mejorarlo.

Cultivos hidropónicos

«Entre varias alternativas, los técnicos proponen un nuevo sistema de cultivos hidropónicos, lo que conlleva cambiar la tierra actual por una plancha que contiene un geotextil que mantiene la humedad», explica la edil.

Pascual señala que este sistema no se podrá implantar en todo el jardín a la vez, ya que supondría un coste muy elevado. Por ello, la experiencia piloto se efectuará en una zona del tapiz vegetal. «Si el resultado es el esperado, iremos extendiéndolo a todo el jardín», declara. El presupuesto para 2017 ya incluye una partida para este proyecto de 20.000 euros.

El mantenimiento del jardín vertical se incluye en el de todas las zonas verdes por lo que el área desconoce el coste que supone al Ayuntamiento esta instalación, aunque la edil añade que se asemeja a cualquier zona verde. «Hay que tener en cuenta que hay especies con floración y desarrollo diferente, que tienen su máximo desarrollo en estaciones diferentes, por lo que no todo el año se podrá ver el mismo desarrollo en todas las áreas del tapiz», afirmaba. En su opinión, «el sistema que se puso en su momento para un jardín vertical de este tamaño, en un municipio como San Vicente, no ha resultado ser el más adecuado, ya que tiene dificultades en retener el sustrato de las plantas, además de que el clima no le favorece».

El jardín vertical de San Vicente cuenta con diversidad de especies vegetales autóctonas y el tapiz de la experiencia piloto va a ser replantado con lotus, teocrium, polígala, fotinia y romero.