La playa del Carrerlamar no se regenerará con la arena de la bocana del Puertoarena bocana del Puerto. El Servicio Provincial de Costas ha descartado aprovechar el próximo y necesario dragado de la entrada al Club Náutico de El Campello para recuperar el arenalarenal, que desde su regeneración en 2003 ha visto como las corrientes han ido trasladando la arena de la zona entre la Penyeta y el primer espigón hacia el contradique del Puerto.
Esto ha hecho que en esa zona se haya estrechado considerablemente la lengua de arena, mientras que en el Clot de l'Illot haya crecido la playa, lo que además ha agravado el problema en la bocana por estas aportaciones, lo que hace necesario un nuevo dragado.
La edil de Turismo, Playas y Medio Ambiente, Cintia Alavés, se ha reunido recientemente con la Costas y en el encuentro esta entidad ha dejado claro que la arena de la bocana no es apta para recuperar playa por su falta de calidad. Ante esta situación y descartada la opción del dragado para recuperar el arenal, Costas se ha comprometido a buscar otra alternativa y elaborar durante 2017 un proyecto para dar una solución definitiva al problema del Carrerlamar.
Esta solución pasaría por una regeneración del arenal con otros aportes, que se complementaría con una actuación para cambiar en la dinámica de las corrientes para evitar esa migración de la arena, aunque no ha trascendido en qué consistiría la intervención y cuándo se podría llevar a cabo.
Tal y como ya informó este medio el pasado verano, las analíticas encargadas por el Club Náutico a instancias de Costas no habían satisfecho a esta entidad para aprovechar el dragado para regenerar la segunda playa más visitada de El Campello después de Muchavista. Costas advirtió que los resultados revelaban que su calidad no era la óptima, y pese a discrepar el Club Náutico y anunciar otras analíticas, la decisión ha sido la de descartar esa opción.
Hay que recordar que la necesidad de esta regeneración viene dada por el fracaso del sistema instalado cuando se acometió la recuperación de la planta entre 2001 y 2003. Entonces el Ministerio de Medio Ambiente realizó una inversión de 3,7 millones de euros, con una aportación de 400.000 metros cúbicos de arena y una ampliación de entre 40 y 60 metros de la anchura de la playa, incluyendo la construcción de tres nuevos espigones para proteger el litoral de temporales y evitar la pérdida de arena.
Precisamente para frenar la migración de la arena, el proyecto incluía un novedoso arrecife artificial que se desplegó después de que se estabilizara la regeneración. Se colocaron 21 piezas de 21 toneladas cada una bajo el agua para la contención de la arena. Pero este sistema piloto americano, pionero en la Península Ibérica, ha sido un fracaso y no se ha vuelto a usar tras esta primera actuación experimental. Estos grandes bloques de hormigón de gran resistencia se instalaron bajo el agua, a unos tres metros de profundidad, precisamente en la bahía entre el Puerto y el primer espigón, ya que se sabía que era la zona más conflictiva por las corrientes.
Suponía una barrera de unos 300 metros para proteger la playa y favorecer la proliferación de la fauna marina. Pero desde el aire se puede comprobar que las piezas de 21 toneladas están diseminadas por el fondo marino sin ningún orden y la barrera ha sido un fracaso.
