El Ayuntamiento de Xixona ha terminado los trabajos de mejora de accesibilidad de la Casa de Cultura tras cuatro meses clausurada por los trabajos, y que han supuesto una inversión de 200.000 euros. Aunque la obra fue recepcionada el pasado 28 de diciembre, las instalaciones no se reabrirán hasta principios de febrero, ya que ahora se están realizando unas tareas por motivos de seguridad, referentes a la demolición y reconstrucción de los balcones, que presentaban peligro de desprendimientos. Además, es necesaria una limpieza a fondo del inmueble y volver a instalar el mobiliario, según indicaron fuentes municipales.
Estas obras han obligado desde septiembre a una recolocación de las numerosas actividades que allí que venían realizando. Los talleres y clases se han estado impartiendo en otras dependencias.
Esta obra era muy necesaria para poder acabar con las graves deficiencias que presentaba este inmueble en materia de accesibilidad. Por ello el edificio, construido hace casi un siglo, se ha sometido a una remodelación en esta materia y las diferentes actividades y clases se han redistribuido o aplazado. Aunque estaba prevista su reapertura para enero, finalmente será en febrero debido a que la obra de los balcones, que se realiza de forma paralela por parte de otra mercantil, afecta al acceso principal y hasta que no finalice en esa zona no puede reabrirse.
La actuación de accesibilidad ha contado con un presupuesto de 200.000 euros y ha representado la inversión de mayor coste del Consistorio en 2016. El proyecto ha incluido la instalación de un ascensor que comunica las cinco plantas del edificio, de cuyo servicio carecía hasta ahora e impedía a las personas con movilidad reducida desplazarse con libertad.
Escalera
Para ello se ha tenido que reformar también la escalera para dar cabida al elevador. También se ha colocado una plataforma elevadora en la entrada principal para salvar los escalones que hay en la puerta y que se pueda acceder al inmueble sin dificultad, por ejemplo con una silla de ruedas. Y los aseos han sido reformados para que también sean accesibles para personas con movilidad reducida.
En cuanto a la obra de los balcones, la misma asciende a casi 31.000 euros y afecta a los dos miradores en la fachada principal -que hasta que no estén terminados no se podrá reabrir el inmueble- y seis en la lateral. Dos de ellos son con balaustrada, uno en la fachada y otro en el lateral.
El edificio está incluido en el catálogo del Plan Especial de Reforma Interior (Peri) de Xixona, y en su ficha se indica que se deben mantener las fachadas, lo que se ha tenido en cuenta en el proyecto, ya que van a rehacerse los balcones exactamente igual que estaban originalmente.
La obra consiste en la demolición de las actuales losas de los balcones -que se encuentran estructuralmente deterioradas-, la reparación o sustitución de sus armaduras metálicas y la reconstrucción de las citadas losas.
La obra comenzó el 12 de diciembre y tiene un plazo de ejecución de 3 meses, estando previsto que a finales de enero concluya la parte de la obra que afecta al acceso principal del edificio. Además, una vez finalizada la obra de reparación de los balcones, se procederá a pintar las fachadas del edificio por parte de la empresa que ha realizado la mejora de accesibilidad.
El gran número de actividades que alberga la Casa de Cultura, con centenares de usuarios, hacía que fuera prioritario acabar con esta deficiencia histórica y permitir que fuera accesible para todos.
Antiguo cuartel
El inmueble fue construido en 1926 como Casa Cuartel de la Guardia Civil, y tras la marcha de la Benemérita en 1989, durante unos años fue IES, pasando en 1993 a convertirse en la Casa de Cultura. Acoge los cursos del Mitjà de valenciano, la Seu Universitària de la UA, aulas de formación y de informática, la Colla de Dolçainers i Tabaleters Els Arreplegats, cursos, talleres, la Escuela Municipal de Educación de Adultos, el Centro de Información y Recursos para la Juventud y las escuelas de cerámica y baile, entre otros colectivos y actividades.
