La polémica sobre la iluminación extraordinaria de Navidad en Sant Joan parece no tener fin. Ésta vez ha sido un grupo de pequeños comerciantes de la calle Doctor Gadea los que han saltado a la palestra al recoger firmas para exponer «el malestar como propietarios de establecimientos de las calles adyacentes a La Rambla y Jaume I, por la determinación del Ayuntamiento de Sant Joan de no colocar luces de Navidad, como en años anteriores». Un total de 120 firmas que presentaron por registro el pasado lunes.

Alicia Torregrosa es propietaria de una tienda de ropa infantil desde hace año y medio, en la citada calle. Ella asegura que este año las ventas «han caído muchísimo en el municipio. Estamos todos esperando la Navidad para intentar salvar las cuentas con esta campaña, y el Ayuntamiento no parece ayudarnos, porque la calle cuando cae la tarde está oscura, nadie entra. La gente se queda paseando y comprando donde hay ambiente navideño, en La Rambla, pero aquí estamos al lado, y nadie pasa».

A pesar de la indignación, Alicia intenta hacer una propuesta calmada, espera que «todavía lleguemos a tiempo y de cara a Nochevieja o para la Cabalgata de Reyes, el Ayuntamiento pueda instalar unas guirnaldas, o leds de bajo consumo, tampoco pedimos que nos coloquen los arcos de La Rambla, pero sí algo de iluminación. Y si hay poco presupuesto, que lo repartan mejor, y no castiguen más a los pequeños comerciantes. Además, este año han encendido las luces más tarde, el viernes 16, lo que se hayan ahorrado, podían invertirlo aquí».

Aliciente para el consumo

Patricia está al frente de una agencia de viajes, ubicada en Doctor Gadea, desde hace años, «las luces son un aliciente para que la gente entre en los comercios, yo he notado que este año ni pasean por aquí por las tardes. Con lo difícil que nos resulta competir con los centros comerciales en esta época, la falta de iluminación nos perjudica realmente». Cristina Pedroche también ha firmado pidiendo que las luces vuelvan a esta calle del municipio. Ella posee un establecimiento de ropa y complementos vintage, y asegura que cerrará pronto, «esta zona está abandonada, y en Sant Joan tampoco hay tantas calles con pequeños comercios, además de La Rambla, somos tres, otros años las han iluminado, no entiendo porqué ahora no. Aquí no tenemos industria, no tenemos turismo, vivimos del pequeño comercio, viene mucha gente de localidades cercanas a comprar a Sant Joan, pero hasta ahora, a esta calle, sólo vienen por las mañanas».

Juan Carlos Martín, gerente de una inmobiliaria de la zona desde hace 22 años se muestra indignado, «yo llamé al Ayuntamiento interesándome y me dijeron que lo que teníamos que hacer los comerciantes era pagar nosotros las luces, como hacen en otros lugares, no me parece de recibo».

La edil de Fiestas, Ana I. Carreño, prefirió ayer no hacer declaraciones sobre este asunto, «hasta estudiar el pliego de condiciones de la empresa adjudicataria y el escrito presentado por registro».