¿Qué ha supuesto el TRAM para San Vicente?

San Vicente ha experimentado una notable transformación en los últimos años, en buena parte por la implantación del TRAM, que permitió vertebrar nuestro territorio y poder llegar al Hospital General, a la Universidad o al centro de Alicante desde la puerta de nuestra ciudad. La llegada del TRAM también supuso eliminar la barrera que suponía para Santa Isabel una carretera a dos metros por encima del nivel del barrio, crear un carril bici y acercar la Universidad a San Vicente. Con el TRAM vino también la urbanización de la Ronda Oeste con el fin de descongestionar de tráfico el centro urbano.

¿Por qué prolongar el tranvía?

Para que lo utilice todavía más gente y así aumentar las frecuencias de paso. Ello implica llevarlo más allá de la entrada sur y, por tanto, que sea utilizado por un mayor número de ciudadanos. El acceso a las paradas de tranvía se considera óptimo, desde un punto de vista técnico, entorno a los 300 metros y no más allá de 500. Por otro lado, la parte más importante de la línea 2 del TRAM ya está hecha (más de 9 kilómetros). Tan solo resta poco más de 1 kilómetro, que se podría ejecutar por fases.

¿Por qué por Ancha de Castelar?

Porque es el trazado más directo (a menor duración del recorrido, más viajeros) y porque acerca el TRAM a un mayor número de vecinos (del norte, del este y del oeste de San Vicente). Además, prolongar el TRAM por Ancha de Castelar permitiría crear espacios más descongestionados de vehículos y, por tanto, más atractivos y saludables para el ciudadano. También favorecería al comercio, al disponer de zonas más amplias para el peatón y mayor visualización del escaparate comercial.

¿Es posible por la calle La Huerta?

No tendría ningún sentido que el tranvía discurriese por la calle La Huerta y los vehículos que ahora circulan por ella ocupasen el centro, como si se tratase de las antiguas carreteras nacionales que atravesaban los pueblos. Tampoco sería viable por razones técnicas, ya que los radios de giro del tranvía no encajarían en la trama urbana para llegar a La Huerta. Por tanto, no deberíamos lanzar al ciudadano propuestas que no sean posibles desde un punto de vista técnico, pues con ello lo único que creamos son falsas expectativas y confusión.

¿Por qué no puede ser subterráneo?

Aunque hay varias razones, posiblemente la más concluyente es que sería inviable económicamente. Supondría invertir 100 millones de euros, que podría ser el coste estimado del tramo con sus estaciones subterráneas. Y, además, ¿por qué subterráneo? ¿Para que los coches sigan circulando en superficie? Entonces, sencillamente, no pongamos un tranvía.

¿Cómo debe hacerse?

El tramo urbano del TRAM no podría tener las mismas características que el ya ejecutado hasta el centro de salud II. La prolongación se debe concebir con una plataforma única, sin barreras, tal y como se ha hecho en otras ciudades. Tenemos buenos ejemplos en Sevilla o Zaragoza, y en otras ciudades europeas, donde ha quedado demostrado el efecto revitalizador de implantar el tranvía. También en San Vicente, donde la semipeatonalización de la Avenida de la Libertad ha tenido un impacto positivo para el comercio.

¿El tranvía es una barrera?

En estos momentos la circulación de vehículos es prácticamente continua en Ancha de Castelar. Por tanto, la auténtica barrera la constituyen los coches, que discurren de forma permanente por esta calle. Nuestra propuesta es sustituir ese tráfico de vehículos por el paso de un tranvía cada 10 minutos por sentido aproximadamente, y una circulación muy limitada para el acceso a vados o en el cruce de calles. Por tanto, se ganaría espacio para el peatón y lograríamos mallar las dos zonas de San Vicente divididas actualmente por Ancha de Castelar.

¿Cuándo debe hacerse?

Evidentemente, cuando la disponibilidad económica lo permita y contando con la aceptación de la Generalitat, que debe financiar y ejecutar la inversión. Que este proyecto sea realidad a medio plazo depende de su inclusión en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), ahora en periodo de actualización. No incluirlo es renunciar a la prolongación del TRAM hoy, pero también mañana. Contemplarlo en el PMUS no implica hacerlo ya, pero sí decir alto y claro en Valencia que tenemos un modelo de ciudad y de movilidad sostenible.

Esta es nuestra propuesta, explicada y razonada, que exponemos a consideración de nuestros vecinos. Podrá ser compartida, rechazada o modificada, pero refleja el modelo de ciudad que hemos desarrollado en estos últimos años. Confiamos en que el resto de partidos sean capaces de explicar con claridad y rigor su propuesta.