El municipio de Xixona amaneció ayer tomado por la Guardia Civil. Desde las siete de la mañana, bajo un cielo plomizo, un amplio dispositivo policial empezó a desplegarse por distintos puntos de la localidad, desde las calles más céntricas hasta el Raval, ante el asombro y temor de los vecinos de Xixona que comenzaban su jornada laboral. Lo hicieron rodeados de agentes uniformados y de paisano, algunos ocultaban su rostro bajo pasamontañas. El sonido de los vehículos de la Benemérita y, sobre todo, del helicóptero que sobrevolaba la zona inundó entonces todo el municipio, en una impresionante operación contra el tráfico de drogas que mantuvo en vilo a los vecinos todo el día. La operación partió del área de investigación de la Guardia Civil de Sant Joan, sus agentes la desarrollaron junto a miembros de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Alicante, y de la Guardia Civil de Xixona.

Una macrooperación policial que continuaba abierta al cierre de esta edición y bajo secreto de sumario, aunque según fuentes cercanas a la investigación se habría saldado con «entre cuatro y cinco detenidos». Las primeras actuaciones tuvieron como escenario la calle El Vall. Allí, los agentes inspeccionaron el interior de la vivienda de uno de los detenidos, y también de su madre, y se incautaron de torres de ordenadores e impresoras, además de numerosa documentación.

Los rumores también comenzaron entonces a inundar las redes sociales, que ante la importante presencia policial, apuntaron la posibilidad de que se tratara de una operación contra algún grupo yihadista que actuara desde el municipio, o una trama de corrupción política, extremos que fueron desmentidos por fuentes de la investigación horas más tarde. La mañana avanzaba y el cerco se iba estrechando, ante la atónita mirada de los vecinos de Xixona.

Los registros se trasladaron entonces a los aledaños de la céntrica avenida de la Constitución. Más de seis horas estuvieron los agentes en el interior de dos viviendas de la calle de la Máre de Déu de l'Orito. Del número 29 salieron custodiando a uno de los detenidos, un hombre de nacionalidad española, con el que recorrieron a pie los 300 metros que les separaban de otro escenario de las pesquisas policiales, el número 62 de esa misma calle. Un inmueble situado justo al lado de la Casa de Cultura de Xixona. Después de permanecer más de tres horas en el interior de la casa, los agentes confiscaron algunos ordenadores y, según fuentes de la investigación, elevadas cantidades de dinero en efectivo. Entre los numerosos objetos confiscados, los investigadores sacaron de la vivienda la talla de una Virgen, de un metro de altura aproximadamente, y la hornacina de madera que la protegía, dos obras de arte que los agentes han requisado para investigar su procedencia. Las más insólitas pruebas de las encontradas ayer en los diferentes registros realizados por todo el municipio de Xixona.

Tensión vecinal

Los comerciantes de las Galerías de Alimentación de la avenida de la Constitución fueron de los primeros en llegar ayer a la zona con mayor presencia policial desde primeras horas. Loreto, la propietaria de la panadería «Lore» continuaba impresionada ayer, por lo vivido. La testigo explicó que Xixona es un pueblo muy tranquilo y «ver tanta Guardia Civil en la calle, el ruido del helicóptero, la verdad es que nos hemos asustado mucho porque no sabíamos qué estaba pasando, si eran yihadistas o algún asunto relacionado con drogas. Aunque una de las veces que he salido a la puerta, un agente me ha tranquilizado, me ha dicho que hoy es cuando más segura debía sentirme, porque estaban allí para protegernos».

Un grupo de madres del centro del colegio Eloy Coloma, cercano a la Casa de Cultura, estaban a última hora de ayer todavía intranquilas. «Hemos salido de casa con el ruido del helicóptero sobre nuestras cabezas, y tantos guardias civiles por la calle, los niños no paraban de preguntar, no sabíamos qué contestarles, parecía una película», explicó una de las testigos presenciales.

La alcaldesa del municipio, la socialista Isabel López, lanzó ayer un mensaje de calma a la población y confirmó que «el importante despliegue policial generó al principio de la mañana cierta alarma entre los vecinos, porque Xixona es un pueblo muy tranquilo». La regidora municipal reconoció que «lamentablemente no es la primera vez que ha habido detenciones en la localidad por asuntos relacionados con el tráfico de drogas. Es un tema que preocupa, ya lo abordamos hace quince días en la Junta Local de Seguridad y se acordó poner en marcha iniciativa de concienciación dirigida a los más jóvenes».