Final feliz para un accidente que podría haber tenido peores consecuencias y que ha dejado con el susto en el cuerpo a su joven protagonista. Un chaval de 14 años fue rescatado ayer por miembros del Consorcio de Bomberos de San Vicente del Raspeig que tuvieron que sacarle de un aljibe sin agua de siete metros de profundidad de una finca abandonada donde se cayó por la tarde. Los bomberos lograron extraerle ileso a las seis de la tarde. Pero antes se habían vivido momentos de tensión. A pesar de lo aparatoso de la caída y de que el chico cayó al interior de un agujero de siete metros de profundidad apenas se hizo unos rasguños y magulladuras.

El accidente se produjo en una finca abandonada del barrio El Tubo, en la conocida como Fábrica de Azufre, donde se adentró el chico de 14 años acompañado por otra niña. El solar no está vallado y se encuentra en muy malas condiciones, como ayer mismo denunciaba la presidenta de la asociación de vecinos, Mari Carmen Martínez.

El accidente se produjo cuando el chaval, vecino de la barriada, se descuidó y cayó en el interior del aljibe. El chico se encontraba junto a una amiga que fue quien se encargó de llamar a emergencias indicando lo que había ocurrido. En ese momento se puso en marcha el operativo de rescate. Desde el Consorcio de Bomberos se movilizaron dos dotaciones con el jefe del grupo de rescate, también acudió una ambulancia y la Policía Local de San Vicente del Raspeig. Fueron los propios bomberos de la guardia de la tarde los que llevaron a cabo el rescate del chico al sacaron utilizando unas cuerdas. Fue el propio chico el que se colocó el arnés y un casco para poder salir del agujero en el que había caído.

La Policía Local balizó la zona para evitar accidentes. Desde el Ayuntamiento de San Vicente adelantaban ayer que se va a requerir al propietario de la finca para que ponga las medidas de seguridad para evitar que se cuele nadie. La edil de Urbanismo, Mariló Jordá, señaló que hoy visitará la zona y exigirán al propietario a reponer el vallado. La edil señala que en esa zona hay muchos aljibes y se sorprende de lo ocurrido, algo que, afirma, no había ocurrido en el municipio.

La presidenta vecinal reconocía que el chaval ha tenido mucha suerte al estar acompañado por otra niña ya que fue quien pudo dar la voz de alarma. «Si hubiera estado solo habrían tardado mucho más en descubrirlo porque por allí no pasa casi nadie», reconoce Mari Carmen Martínez, quien sitúa el lugar del accidente próximo a la barriada de El Tubo pero separado por un descampado, por lo que aunque hubiera gritado no le habrían oído. El joven vivió una aventura sin buscarla en la tarde de ayer.

Mucho peor es el estado en el que se encuentra el chico también de 14 años que el viernes por la mañana fue atropellado por un coche en la avenida Ancha de Castelar con Joaquín Blume que se dio a la fuga. El joven se recupera ya en su casa de las heridas producidas por el arrollamiento del coche. Tiene una pierna rota, contusiones en la cara y pérdida de piezas dentales.

La Policía Local de San Vicente del Raspeig sigue investigando al autor del atropello que siguió la marcha sin prestar auxilio al chaval, que quedó tendido en la calle hasta que lograron socorrerle.