El Museo de Alfarería es una joya de tres plantas rehabilitado para poner en valor el sector y la historia de Agost. Entre los elementos curiosos destaca un horno que se utilizó en la fábrica en 1975 y que discurre por sus tres plantas. En el último piso también se pueden observar los tornos y los huecos en las paredes que los alfareros utilizaban para dejar sus utensilios mientras trabajaban. En la terraza se encuentran las balsas restauradas en las que se mezclaba el barro y se obtenía la materia prima de este oficio tradicional de Agost.