San Vicente del Raspeig no tiene contrato de mantenimiento eléctrico de las instalaciones municipales y del alumbrado público. El contrato caducó en junio y desde entonces el municipio carece de este contrato con el que hacer frente a cualquier avería que se produce en el alumbrado urbano y de las infraestructuras municipales. Esto le supone a las arcas municipales tener que abonar por los servicios prestados y de forma puntual cada vez que se produce una incidencia, lo que encarece el precio que paga el municipio al no estar recogido en un único contrato.

El grupo político municipal Ciudadanos denuncia que en junio finalizó el contrato suscrito con la empresa Electricidad Bevia SL que se firmó en el año 2010 por un importe anual de 245.000 euros durante cuatro años y dos de prórroga.

«Desembolso extraordinario»

El concejal y portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, Serafín Serrano, advierte que un error ha obligado a dar marcha atrás al proceso de licitación del nuevo acuerdo de servicios: «Ha sido suspendido por infracción a la Ley de Contratos del Sector Público, al no haber publicado anuncio en el BOE con una antelación mínima de 15 días a la finalización del plazo de presentación», asegura el edil. Serrano dice que la falta de un contrato redunda en un desembolso extraordinario para las arcas municipales y en definitiva, para los vecinos de San Vicente.

«Este descuido en la tramitación del procedimiento ha motivado que una ciudad de la envergadura de San Vicente carezca de un contrato en el mantenimiento de un servicio básico», critica el concejal, quien señala que tiene constancia de que el edil responsable de alumbrado público, Bienvenido Gómez, «está realizando un esfuerzo para que el servicio no se vea mermado, no cabe la menor duda que este vacío contractual afectará al sistema de funcionamiento al que el ciudadano está habituado».

Sin contrato al menos 6 meses

Por su parte, el concejal de Mantenimiento incidió ayer en que su área no es la responsable de que aún no se haya licitado el nuevo contrato y lo achaca a «circunstancias administrativas y burocráticas posteriores». Bienvenido Gómez asegura que su concejalía realizó en febrero todos los trámites para la nueva licitación del contrato y que incluso pasó por la junta de gobierno en julio «tras subsanar y modificar cualquier anomalía». Actualmente cada concejalía tiene que hacer frente a los gastos por el servicio de mantenimiento eléctrico y no habrá nuevo contrato al menos hasta dentro de seis meses porque «al sustraerse la licitación hay que empezar de nuevo».

Gómez señala que «desde que se tuvo la noticia de que no se iba a culminar la licitación se están tomando medidas para que los ciudadanos sigan con este servicio esencial y requiriendo a los servicios técnicos pertinentes una solución lo más inmediata posible sin que afecte al servicio».