El Campello dio ayer el pistoletazo de salida a sus fiestas de Moros y Cristianos con el pregón que ofreció la campellera Mari Pau Esteve, funcionaria jubilada del Ayuntamiento y festera de toda la vida.

Esteve, que fue tesorera de la Junta Festera, miembro de la comparsa Meixemet y fundadora de la barraca Non Bébec, dio la bienvenida a los festejos desde el castillo con un discurso en valenciano con el que repasó la historia de los Moros y Cristianos del municipio y su vinculación personal con ellos.

La pregonera recordó que al principio las fiestas «se celebraban del 15 al 17 de octubre en la plaza de la Iglesia, donde estaban el bar El Sant y El Central, que preparaban las mesas donde se tomaban los aperitivos». Así, Esteve relató cómo han ido evolucionando los festejos a lo largo de los años hasta llegar a la actualidad.

El castillo instalado junto al Ayuntamiento congregó a cientos de vecinos y festeros para escuchar el parlamento de Mari Pau Esteve, que aprovechó el momento para recordar divertidas anécdotas festeras que trasladaron al público años atrás.

La encargada de abrir las fiestas de El Campello también volvió al año 1987, cuando una explosión de pólvora a los pies de la Torre de la Illeta provocó la suspensión de los festejos. Asimismo, Mari Pau Esteve recordó el momento en el que las mujeres tuvieron más visibilidad en los Moros y Cristianos: «Llegó el día en el que las mujeres pasamos a ser parte activa de las comparsas. ¡Qué remedio, cada año éramos más mujeres y más niños!. Creo que eso fue en 2003».

Por otra parte, la pregonera tuvo palabras de agradecimiento para «toda la gente que durante todo el año trabaja para que, cuando llegan las fiestas, todo esté organizado y preparado para el desarrollo de los actos».

Además, Esteve deseó que las capitanías mora y cristiana disfruten de su año y animó a los festeros a «llenar las calles con el colorido de los trajes acompañados por la música» y a «abrir las barracas para comer y beber, para reponer fuerzas y volver a la calle, porque la fiesta se tiene que vivir en la calle».

La fiesta grande de la localidad de El Campello vive hoy uno de sus días más importantes con la celebración, desde las siete de la mañana, del Desembarco, uno de los actos más espectaculares de los festejos.