La principal planta de Antiu Xixona se integra por fin en el casco urbano. La turronera, junto con otras dos pequeñas empresas ubicadas en su misma zona, está acometiendo las obras de urbanización del entorno de esta área industrial para terminar con los graves problemas de accesibilidad, seguridad y servicios que presenta.

Contempla instalar aceras y alumbrado, así como acondicionar un vial en pésimo estado y desarrollar un parque, una actuación pendiente desde hace más de una década por la ampliación de la factoría, una de las más importantes de la población. Las obras tienen un coste de cerca de 300.000 euros y se llevan a cabo en el barrio Sagrada Familia, como contraprestación por la ampliación de la factoría, ya que sólo se habían ejecutado unas pequeñas mejoras de las contempladas. El año pasado el Ayuntamiento desbloqueó las obras tras más de una década al aprobar el proyecto de reparcelación y de urbanización del PAI Sanchis Mira, cuyo agente urbanizador es esta mercantil, propietaria de las marcas Antiu Xixona y La Fama. El coste de los trabajos lo sufragan Sanchis Mira (el 75%) y otras dos pequeñas firmas de pintura y carpintería radicadas en esta superficie industrial.

El principal objetivo es mejorar la accesibilidad y seguridad de una zona de expansión del casco urbano en los últimas décadas, con urbanizaciones, el colegio, el polideportivo o el campo de fútbol.

La planta se puso en marcha a mediados de los años 60 del siglo pasado, pero las necesidades actuales son muy diferentes y ha acabado enclavada en buena parte dentro del casco urbano. De ahí la necesidad de completar la urbanización de su entorno con aceras y alumbrado, dado que se trata de una zona muy transitada tanto por coches como por peatones, tanto por la propia actividad de la turronera y del polígono Segorb como por el colegio Sagrada Familia y otras dotaciones públicas de la zona.

El proyecto contempla además una gran zona verde de 1.500 metros cuadrados, como continuación de la ya existente en el área residencial de los bungalows, frente a la calle Joan Fuster, vial que se está acabando de urbanizar con aceras en la vertiente industrial.

Del mismo modo se va a acondicionar el camino que hay en la parte trasera, que conecta la zona de viviendas de Vistabella con el polígono Segorb, que es de tierra y presentaba un estado lamentable, lleno de socavones. Se asfaltará y dotará de aceras y alumbrado.

Las obras arrancaron en verano y está previsto que terminen a finales de diciembre. Así mismo, estos trabajos también coinciden con los de la remodelación del barrio, unas obras en las que se están renovando las redes de alcantarillado y agua potable, ampliando aceras y mejorando las calzadas, con una inversión de 450.000 euros aportada por el Ayuntamiento de Xixona y la Diputación Provincial.