Dos operarios recogieron ayer los 50 extintores que unos desconocidos tiraron en una pinada municipal hace unos días. Un acto incívico que le ha costado al Ayuntamiento de San Vicente cerca de 200 euros, ya que, según la edil de Servicios Urbanos, Mariló Jordá, «es un servicio extraordinario de limpieza por el que tenemos que pagar a Cespa una cantidad extra».

Los extintores están completos, pero al faltarles la boquilla, el polvo se ha derramado en la pinada, ubicada al final de la calle Acacias, en las inmediaciones de la urbanización de Los Girasoles. Este vertido ilegal se ha comunicado a la BUMA, la Brigada de Urbanismo y Medio Ambiente de la Policía Local, para localizar a los infractores. La sanción que deben pagar podría llegar a 500 euros, a los que habría que sumar los 200 que ha costado retirarlos.