Parece que la nueva línea 38 de autobús que une la playa de San Juan con el Hospital de Sant Joan y la Universidad de Alicante no acaba de convencer a los usuarios del transporte público. Y es que los ciudadanos continúan demandando que se incremente la frecuencia que, tras la reciente reordenación ejecutada por el Consell, es de una hora y media.
Demasiado tiempo entre autobús y autobús y demasiadas paradas, 38 para ser exactos. Una ruta interminable que varios califican de «excursión». Es por esto por lo que muchos usuarios continúan optando por coger su vehículo para desplazarse y reducir así los 50 minutos que el 38 tarda en llegar hasta el Hospital de San Juan y la hora y media que invierte en hacer el recorrido hasta el final del trayecto. «Muchas veces prefiero coger el coche para no perder tiempo», explicó ayer una usuaria que esperaba en la primera parada, situada en la avenida de la Condomina.
Los universitarios son los que más partido le sacan a la nueva línea 38, que tras la reordenación cuenta con diez autobuses diarios, en vez de con dos expediciones sueltas a primera hora, medio día y por la noche. Así, cuando este autobús inicia su servicio a las 7.15 horas y en la segunda expedición de las 8.45 horas, es cuando más volumen de usuarios jóvenes se registra.
Sin embargo, el problema de la falta de frecuencia vuelve a hacerse visible a la salida de las clases. «Si acabo la Universidad antes de que pase el autobús, tengo que esperar muchísimo tiempo para poder volver a mi casa», afirmó un joven residente en la Albufereta.
Por otra parte, los residentes de la zona del Campo de Golf son unos de los más beneficiados. Y es que en la avenida Pérez Gil se han instalado cuatro paradas. «Aquí estábamos incomunicados. Espero que el verano que viene mantengan la línea y no la quiten porque la Universidad termina las clases», manifestó una vecina de dicha zona.
Sin duda, el municipio más perjudicado por el funcionamiento de la nueva línea 38 es Mutxamel. La puesta en marcha de este nuevo autobús ha supuesto la desaparición de la línea c-54, que atravesaba el centro de Mutxamel y de Sant Joan y llegaba hasta la Universidad. Con esto, ahora los mutxameleros tienen que desplazarse en el 23 hasta el Hospital de San Juan y hacer un trasbordo para coger el 38 y poder llegar a San Vicente. Demasiado tiempo invertido y una sola opción para poder salir del municipio utilizando el transporte público. Y es que la línea 23 es la única que llega hasta Mutxamel.
