Miles de santjoaners y visitantes acudieron ayer puntuales a su solemne cita con el Santísimo Cristo de la Paz, arropándolo durante más de dos horas en la procesión que recorrió las calles de Sant Joan d'Alacant desde las ocho y media de la tarde. Los fieles mostraron su emoción contenida cuando el Cristo salió de la iglesia de San Juan Bautista en su carroza, una obra de arte realizada en pan de oro y engalanada para la ocasión con cientos de nardos blancos y rosas rojas. Llegó el momento más esperado de la jornada que marca el ecuador de las Fiestas del Santísimo Cristo de la Paz. Las campanas de San Juan Bautista voltearon para anunciar la esperada salida. Un impresionante y respetuoso silencio se apoderó entonces de los presentes. Los asistentes pudieron contemplar, todavía con algo de luz del día, la imagen restaurada de su Cristo.

Después de tres meses, anoche los fieles se recrearon en los detalles de la policromía original del Cristo, pudieron contemplarlo con los colores que lucía en 1940. La emoción embargó entonces a todos los presentes en la plaza de España. El Santísimo Cristo de la Paz en su carroza, a las puertas del templo, mientras la Sociedad Musical La Paz interpretaba el Himno del Cristo, con nuevos arreglos musicales acordes con los instrumentos de una banda moderna, la única ocasión en que los santjoaners pueden disfrutar del Himno.

Los presentes fueron iluminando con sus velas la noche, venerando al Cristo, formando dos extensas hileras de devotos. Abriendo la procesión, la Cruz y los Ciriales, detrás una nutrida representación de la sociedad civil. Las Reinas y las Damas de las Fiestas, como marca la tradición, anunciaron el paso de la carroza triunfal. Ocho cofrades del Santísimo Cristo de la Paz portaron el palio, detrás la junta directiva de la Cofradía y las autoridades religiosas.

La Corporación municipal contó con un escaso número de participantes en la comitiva oficial. El alcalde de Sant Joan d'Alacant, el socialista Jaime Albero, asistió a la procesión, aunque prefirió honrar al Cristo como un feligrés más, como ya hiciera el pasado año. La mayoría de los concejales del cuatripartito gobernante no participaron en la comitiva oficial de la procesión, tan sólo lo hicieron los dos concejales del grupo Decido. Los que sí procesionaron entre las autoridades fueron los miembros del grupo municipal popular, y otros ediles de la oposición.

Unos minutos después de que la carroza regresara al templo con la imagen, los santjoaners continuaron junto a su Cristo de la Paz, para vivir juntos uno de los momentos más emotivos y de mayor fervor, la bendición. En una de las capillas del interior de la iglesia, dos mayordomos de la Cofradía bajaron con «maña» al Cristo y lo entregaron a los sacerdotes, que realizaron la bendición de los presentes con la imagen alzada.

Para terminar el día más solemne de las fiestas, los devotos protagonizaron el besapiés en el altar mayor del templo, donde recibieron una de las flores de la carroza del Cristo de la Paz. El mejor regalo para las miles de personas que anoche honraron con fervor al Cristo en su día grande.