El proyecto más ambicioso y también el de mayor valor. Entre dos y cinco millones de euros costará construir el pabellón deportivo en San Vicente del Raspeig, que es el que se ha llevado al gato al agua. Y será realidad porque así lo han decidido los vecinos en la votación de los presupuestos participativos que ha tenido lugar durante cuatro días. En segundo lugar, los vecinos han optado por la creación de un parque de viviendas sociales. Ambos proyectos por los que han apostado fuertemente por un lado el PSOE que abogaba por mejoras en las instalaciones deportivas del municipio; y por otro, el parque de viviendas por el que luchaba especialmente Sí Se Puede. El municipio inició en junio el proceso de presupuestos participativos que cuenta con casi cuatro millones de euros para su realización en el próximo ejercicio.

El concejal de Participación Ciudadana, Manuel Martínez, señaló ayer que a partir de ahora el equipo de gobierno inicia un proceso de planificación de las inversiones, a tres años vista, con el objetivo de recoger el mayor número posible de las demandas de la ciudadanía».

Además de estos dos proyectos, por orden de votación los vecinos han optado por la construcción de una nueva piscina municipal, de un campo de fútbol con pista de atletismo, un Centro del Agua, el, crear sombras en los parques con nuevo arbolado, la instalación de fuentes de agua en los parques, la rehabilitación del Auditorio del Centro Social, una Casa de Asociaciones en el edificio de la plaza del Pilar, la implantación de nuevos carriles bici, la habilitación de nuevos aparcamientos disuasorios, una pista de atletismo homologada, un huerto ecológico urbano, y un Centro de Interpretación de la Naturaleza.

El próximo jueves día 15 de septiembre se celebrará la asamblea final en la que se dará información sobre todo el proceso.

Martínez reconoce que ahora toca planificar la materialización de los proyectos y en primer lugar se tienen que estudiar las alternativas de suelo que tiene el municipio para construir el pabellón deportivo. Aunque se barajó un terreno junto al velódromo, el hecho de que falte el visto bueno de la conselleria para el cambio de uso ha hecho que se estén buscando otras ubicaciones.