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Xixona

Cultura desbloquea la demolición de la antigua fábrica de Antiu Xixona

La Generalitat dice que no existen elementos arquitectónicos relevantes

Cultura desbloquea la demolición de la antigua fábrica de Antiu Xixona

Vía libre a la demolición de la antigua fábrica de Antiu Xixona. La Conselleria de Cultura ha desbloqueado su derribo tras constatar los técnicos de la Generalitat que no existen en la factoría, levantada hace casi un siglo, «elementos arquitectónicos relevantes».

El oficio de la Generalitat llegó al Ayuntamiento de Xixona el pasado jueves, y ayer el Consistorio, en junta de gobierno, decretó el levantamiento de la suspensión dictada en julio, por lo que la empresa propietaria, Sercolesa, reanudará en breve los trabajos de demolición, según explicaron fuentes municipales. La mercantil ha manifestado a la Corporación su intención de retomar la demolición en el menor tiempo posible, después de que la denuncia de la plataforma cultural Seixona Ancestral paralizara sus trabajos cuando estaban a punto de entrar en su fase final (el derribo en sí del inmueble), tras el vaciado del interior y la retirada de las cubiertas.

El comunicado de la Conselleria de Cultura señala que tras la inspección realizada en julio, se emitió un informe el 22 de julio en que se constataba que «no se han encontrado elementos arquitectónicos relevantes», por lo que proponía a la Dirección General de Cultura y Patrimonio que no se incoara expediente para la protección de ninguna parte de la factoría, en lo que respecta a las competencias de la Conselleria en esta materia, agregando que la posibilidad de incluir la antigua factoría en el catálogo de inmuebles protegidos es una competencia e iniciativa estrictamente municipal.

Por todo ello, la Conselleria, con fecha 29 de agosto, emitió la orden de levantamiento de la suspensión del derribo, una medida que el Ayuntamiento esperaba, ya que el propio técnico que visitó la factoría les adelantó verbalmente que no veía razones para mantener la paralización, una valoración también mantenida en el Consistorio desde el principio.

Hay que recordar que un técnico de la Conselleria quiso visitar el inmueble el 4 de julio pero no fue posible al informarle que no se podía acceder al interior al estar en marcha la retirada de la cubierta de fibrocemento, lo que requiere una empresa especializada y que no haya nadie en la factoría por el riesgo que representa el amianto para la salud.

Por ello, al no poder realizar la inspección ocular, se ordenó al Consistorio el 12 de julio que paralizara la demolición para poder entrar en las instalaciones y valorar su relevancia arquitectónica, medida que adoptó Xixona el pasado 21 de julio, tal y como ya informó este medio. El problema es que en agosto la actividad de la Generalitat se reduce al mínimo y se ha retrasado el levantamiento de la medida prácticamente un mes.

La mercantil dueña de la antigua factoría contaba con la pertinente licencia de demolición y en mayo inició la labores previas de derribo con el vaciado del interior de la fábrica, y en julio acometió la retirada de la cubierta, paso previo al derribo del resto de la estructura, que está en estado de ruina y a cuya demolición le instó el Consistorio por el peligro que representa. Un ejemplo de ello es el incendio que se registró en 2014 en el interior de la antigua fábrica, abandonada desde los años 90 y un icono del sector turronero.

Allí se prevé la construcción de un centenar de viviendas, aunque el proyecto por ahora no se va a poner en marcha por la situación económica actual.

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