El Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig está actuando en dos colegios del municipio que aún conservaban elementos con amianto, un material potencialmente cancerígeno y que requiere unas medidas de seguridad extremas para ser eliminado. Las peticiones de los padres que exigían la retirada han tenido una respuesta y a final de esta semana concluirá la actuación más importante que se desarrolla en el colegio Azorín.
La concejala de Educación, Begoña Monllor, señalaba que esta operación «era necesaria desde hace mucho tiempo», y recrimina que no lo hiciera el anterior equipo de gobierno. «No entendemos cómo el equipo de gobierno del Partido Popular no hizo nada para solventar este problema ya que esta sustancia es perjudicial para la salud de las personas», critica.
La semana pasada ya se actuó en el Colegio Reyes Católicos y se eliminó el amianto que había en el centro, y según informa la concejalía de Educación, se suprimió un panel de fibrocemento que servía como cubierta en un almacén situado en el patio del edificio, una pieza de 40 metros cuadrados que ha sido sustituida por otra de chapa metálica que cuenta a la vez con una capa de aislamiento. Esta intervención ha supuesto un gasto de 2.500 euros.
Tuberías y un depósito de agua
En el colegio Azorín había trece tuberías exteriores fabricadas de fibrocemento que canalizaban el agua de lluvia hasta el alcantarillado y se han sustituido por otras de plástico, también se ha retirado un techado situado en la antigua vivienda del conserje y su reemplazo por otra de acero galvanizado así como la supresión de un depósito de agua, también compuesto de amianto, y que estaba en desuso. Esta actuación tiene un coste de 5.900 euros y Educación adelanta que finalizará esta semana.
Mantenimiento de centros
El edil de Mantenimiento de Edificios Municipales, Bienvenido Gómez, por su parte, explicaba que estas actuaciones forman parte de un plan de obras de mantenimiento de colegios que se está llevando a cabo durante agosto «para evitar la presencia de los alumnos y del profesorado y tiene como objetivo atender a una petición expresa de los padres».
Estos trabajos son especializados y requieren de empresas que también lo son. La eliminación del amianto la está realizando el personal de una empresa especializada que según añaden desde el Ayuntamiento, sigue un plan de seguridad específico que cuenta con el permiso de la Dirección Territorial del Ministerio de Trabajo y el Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (INVASSAT). Se están encargando del desmontaje de las piezas, su embalaje y transporte hasta un vertedero autorizado.
Tras esta operación las concejalías de Educación y Mantenimiento de Edificios Públicos implicadas realizarán una inspección en los centros educativos para detectar si existe algún elemento estructural que contenga amianto. «No hemos recibido ninguna notificación al respecto pero queremos estar seguros», señalan.
