La Torre de les Maçanes declaró ayer la guerra al calor con una batalla en la que se derramaron más de 30.000 litros de agua que sirvieron para refrescar a los más de 2.000 valientes «combatientes» que tomaron parte en la lucha, que se libró con el mercurio rondando los 30 grados y cayendo un sol de justicia.

La popular Banyà de Les Festes dels Fadrins llegó ayer, como cada 15 de agosto, puntual a su cita y un cohete marcó el inicio de las hostilidades a las 13.00 horas. Tres cubas con 10.000 litros de agua cada una, repartidas por la principal calle de La Torre, más los seis chorros de fuente y las mangueras que salían del colegio, bares y casas particulares, sirvieron de munición para los acalorados participantes, que acabaron calados una hora después, tras acabar con todo el «armamento».

Pistolas de agua, cubos, paraguas, chubasqueros... todo valía en esta refrescante guerra. Tampoco faltaron los disfraces de algunos de los participantes: de hawaianos, buzos, brujas, toreros, de cubos o de novios camino del altar.

Grandes y pequeños disfrutaron de lo lindo con una Banyà que hizo que la población de esta pequeña localidad (unos 750 habitantes) se multiplicara por tres. Vecinos de poblaciones cercanas o turistas de provincias como Salamanca, Jaén, Madrid o Toledo que pasan estos días en Alicante visitaron La Torre para participar de esta fiesta del agua, que se cerró una hora más tarde sin incidentes reseñables, dentro de unos festejos que también culminaron ayer.