Las playas de Benidorm se han quedado sin una de sus estampas más tradicionales y fotografiadas. Y es que los grandes castillos de arena han desaparecido de las turísticas playas de la localidad porque el Ayuntamiento no ha solicitado este año a Costas el permiso necesario para ocupar la zona de la playa que se destinaba a los artistas. Pero esta actividad todavía perdura en otros municipios de la provincia, como en El Campello.
La playa de Carrerlamar cuenta esta temporada estival con un escultor de arena que lleva tres años deleitando a los turistas con sus efímeras creaciones. Gabriel Istrate asegura que cuenta con la autorización del Ayuntamiento de El Campello y de Costas pero que no tiene ningún tipo de licencia para realizar esta actividad. «Fui al Ayuntamiento para pedirla y me dijeron que no hacía falta», declara el artista.
Asimismo, el escultor de arena afirma que desde Costas le explicaron que no era necesario contar con un permiso explícito puesto que este trabajo no supone la venta de un producto. «Yo no vendo nada y no pido nada. Si quieren me dejan una propina y si no, me callo», aclara Istrarte.
Gabriel Istrarte, natural de Rumanía, lleva alrededor de 13 años en España. Un largo tiempo que le ha servido para recorrer diversas playas del país para trabajar de escultor de arena. Mallorca y La Vila son dos de los sitios que el artista ha pisado para dejar su huella creativa en la arena. Pero para Istrarte Carrerlamar es su lugar favorito para practicar esta actividad: «En El Campello hay mucho turismo y cuando la gente viene ve algo diferente».
Acompañado por su mujer, que se encarga de recoger el agua del mar, levanta grandes castillos de arena que le reportan propinas que rondan los 70 euros a la semana. «Antes ganaba mucho. Dos cajas llenas de monedas», explicó el escultor.
Cada quince días cambia el diseño de sus creaciones, obras que tarda en completar cerca de tres días y que decora con las típicas luces de Navidad que enchufa a un pequeño generador para hacer que los castillos se vean más espectaculares por la noche.
La concejal de Playas de El Campello, Cintia Alavés, se posiciona a favor de estos artistas de arena y considera que «es un entretenimiento más» para los turistas. «Está bien porque la gente se para a mirar», añade la edil.
Sin embargo, Alavés se extraña de que este escultor trabaje en Carrerlamar sin ningún tipo de licencia: «En la playa no se hace nada sin que Costas lo sepa. Me extraña que no tenga licencia porque hay un inspector de Costas que se recorre la playa todos los días».
