Una veintena de residentes en el barrio de Santa Isabel de San Vicente del Raspeig protestaron ayer por el desahucio de un vecino discapacitado de 38 años y reclamaron soluciones a su caso y una vivienda para él y sus dos hijas. Entorno a las doce de la mañana se encaminaron hasta el Ayuntamiento cortando el tráfico en la avenida de Alicante, Ancha de Castelar y Pintor Picasso escoltados por la Policía Local y varios agentes de la Guardia Civil. A las puertas del Ayuntamiento clamaron contra la «injusticia» que vivía su vecino, cuyos enseres quedaron el jueves por la noche a las puertas del edificio en el que vivía desde hace seis años. «Nos tienen como un barrio marginal y a buenas no nos hacen caso y por eso perdemos los modales», explicaba Soledad Jiménez, una de las vecinas, a voz en grito, mientras los agentes custodiaban la entrada del Ayuntamiento.

El edil de Servicios Sociales, David Navarro, accedió a entrevistarse con Carmelo García, el hombre desahuciado, a quien acompañaba su hermana y también el presidente de la asociación de vecinos de Santa Isabel, Pepe Narejos. El edil señala que le consta que el hombre ha rechazado las viviendas ofrecidas por el EIGE, la entidad de la Generalitat, y que «no le podemos ayudar porque se sale de los baremos. Le hemos preguntado si necesita otra ayuda que no sea económica. No podemos pagarle un hostal porque no está en una situación de vulnerabilidad». El edil explicó que el afectado dejó de pagar el alquiler social hace tiempo y que antes del desahucio el dueño le ofreció venderle la vivienda, lo que rechazó.

El concejal se ha comprometido a gestionar el lunes la ayuda que pide con el EIGE, organismo que depende de la Conselleria de Vivienda. «Este problema no nos toca a nosotros», reconocía.

Aunque en un primer momento los vecinos plantearon diversas opciones y el afectado pretendía dormir junto a sus enseres en la calle, finalmente permanecerá en casa de un vecino hasta el lunes.