El pleno que tuvo lugar ayer por la tarde en el municipio de Mutxamel fue toda una exaltación del Orgullo LGBTI. Antes de comenzar la sesión, todos los grupos de la oposición y varios vecinos de la localidad se concentraron en la puerta del Consistorio para «reivindicar la igualdad» de este colectivo.

La bandera arcoíris fue una de la protagonistas de la jornada. Varias formaciones municipales solicitaron que el distintivo del Orgullo se coloque en el balcón de la Casa Consistorial y no en la fachada del Centro Social, donde actualmente se encuentra. «Espero que el año que viene esté colgada en el balcón del Ayuntamiento y que mida cinco metros», reclamó Lluís Miquel Pastor, portavoz de Compromís.

Pero ésta no fue la única reclamación sobre el emblema del Orgullo. Y es que la bandera que el Ayuntamiento ha colocado es una pegatina que cuenta con siete franjas de colores, cuando el distintivo del colectivo LGTBI tiene seis. La bandera que estos días decora el Centro Social se corresponde con el estandarte de la ciudad peruana de Cuzco, un error que el alcalde del municipio, Sebastián Cañadas, reconoció y lamentó.

En el pleno también se aprobó por unanimidad una moción promovida por Compromís para la prevención de la «LGTBIfobia» en las aulas. Con esta propuesta se pretende poner en marcha actividades para profesores, alumnos y familias con el objetivo de facilitar la prevención, la detección y la resolución de conflictos derivados de la discriminación sexual. Además se creará un servicio de asesoramiento especializado y se instará a los centros educativos a que elaboren un informe anual que recoja las incidencias detectadas y las medidas adoptadas.

Por otra parte, Guanyem volvió a solicitar que el actual Mr. Gay World, el mutxamelero Roger Gosálbez, sea el pregonero de las fiestas de Moros y Cristianos.