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Conflicto

Educación obliga al IES de Agost a volver a clase tras haber adelantado 20 días las vacaciones

El instituto acabó el curso el 27 de mayo y una queja ante Inspección ha obligado a finalizar el 17

Educación obliga al IES de Agost a volver a clase tras haber adelantado 20 días las vacaciones

Los alumnos del Instituto de Enseñanza Secundaria de Agost terminarán sus clases el 17 de junio. Como todos los estudiantes de Secundaria de la Comunidad Valenciana. Pero es que a ellos se les habían acabado las clases en mayo y tras la polémica generada han tenido que volver a las aulas, seguir dando clase y esperar a que el día 17 les entreguen las notas.

El Instituto Agost donde estudian unos 175 estudiantes desde primero y hasta cuarto de ESO dio por terminado el curso el 27 de mayo. Los exámenes ya habían finalizado y el centro suspendió las clases al considerar que de esta forma los alumnos podrían preparar mejor unos exámenes de suficiencia que en este instituto se realizan como «repesca» de los alumnos que han sacado notas muy justas o que están rozando el aprobado. Se realizaban los días 2 y 3 de junio y el centro consideró que terminando las clases antes les permitiría a los estudiantes que debían hacer dichas pruebas prepararlas mejor.

Sin embargo la medida no gustó a todos los padres. De hecho, generó una gran controversia en el municipio, donde se ha convertido en una comidilla y se han producido momentos de tensión. A quienes menos les ha gustado la medida ha sido a los padres de alumnos de los cursos inferiores, los chavales que tienen 12 y 13 años.

Controversia

Mientras unos padres aceptaron la finalización del curso casi un mes antes de lo que marca el calendario escolar, otros no entendían por qué los chavales podían dejar de ir a clase. Finalmente, una familia decidió quejarse ante la Inspección de Educación y la Conselleria exigió entonces al centro que volviera a convocar a sus alumnos para informarles de que se revocaba la autorización de finalizar las clases y debían de estar en las aulas hasta el 17 de junio.

El presidente de la asociación de madres y padres (Ampa), José Francisco Molina, reconoce la controversia generada y explica: «Hay gente a la que le vino bien, a mi por ejemplo, y otros que trabajan y contaban con terminar el 17 de junio. Hay opiniones de todo tipo». Y añadía que «un padre se quejó y Conselleria mandó una carta diciendo que el curso tenía que acabar el 17», señala.

Reconoce que el Ampa, en un afán de suavizar el clima de tensión que se generó, cometió el error de recomendar a los padres que hicieran lo que mejor les viniera. «No teníamos que habernos metido», y justifica que su intención era «suavizar la situación».

El centro ha pasado de suspender las clases a contar las faltas del alumnado e incluso a seguir ofreciendo temario. Las notas se entregarán el último día de clase, aunque los profesores ya han adelantado las calificaciones para que quienes necesitan recuperar en julio tengan tiempo.

Tanto el alcalde, Juan Cuenca, como la concejal de Educación, Emi Reche señalan que han conocido el tema por los comentarios que les han hecho muchos vecinos. La responsable de Educación achaca la situación generada a «una falta de comunicación» y considera que la decisión debería haberla consensuado toda la comunidad educativa, porque fueron los alumnos quienes informaron a sus padres de que el curso se había acabado. La concejal explica que el centro contaba con el visto bueno del inspector de Educación para finalizar las clases antes.

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