El Colegio de Odontólogos de Alicante se suma al apoyo a los pacientes y profesionales tras el presunto cierre de la clínica de San Vicente del Raspeig. El presidente de esta institución, José Luis Rocamora, explicó que el problema en este tipo de situaciones radica en que los empresarios no deberían intervenir en la sanidad. «Las consultas odontológicas son servicios sanitarios y deben ser propiedad de los dentistas», señaló.

Rocamora volvió a enfatizar su crítica al mercantilismo de la profesión y aconsejó a los pacientes que acudan a su dentista de cabecera, huyendo así de «los dentistas con asteriscos». «En este tipo de cadenas, son comerciales los que pactan los tratamientos, y las ofertas luego no resultan tan ventajosas como se hace creer a través de la publicidad engañosa», subrayó. «Este caso de San Vicente, de confirmarse el cierre, se une a otros como los ocurridos con otras clínicas propiedad de empresarios, como el caso Funnydent en Madrid y Barcelona. Clínicas que cierran y dejan a cientos o miles de pacientes con tratamientos a medias, ya financiados», concluyó el representantes de los dentistas en Alicante. m. f.