El Ayuntamiento pretende crear un museo donde mostrar su gran riqueza histórica. Ejemplos de ello son sus fiestas, con su doble celebración de Moros y Cristianos y su singular Juicio al Moro Traidor, sus danzas, Nanos i Gegants, la tradición de las Aixames -antorchas de esparto que le ruedan en Nochebuena-, su abundante patrimonio cultural y artístico con el Castell, la Església Vella, El Convent o El Teatret, las numerosas fuentes del municipio y el fuerte vinculo de Xixona con el agua, los orígenes de la población y su pasado como villa real con representantes en las Cortes del Reino de Valencia. Eso sin hablar de sus afamadas industrias de turrón y helado, que tendrán un lugar preferente en este museo, así como su agricultura y su pasado vitivinícola, por ejemplo.