El Tribunal Supremo (TS) no ha admitido a trámite el recurso presentado por el Ayuntamiento de El Campello contra la sentencia que anula el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2011. Aunque el Consistorio va a agotar la vía judicial con un recurso de amparo ante el Constitucional (TC), el tripartito considera que no queda otra que redactar un nuevo PGOU y ya se ha puesto manos a la obra, ya que considera que las posibilidades de que fructifique su reclamación en este tribunal son remotas.

Fuentes del equipo de gobierno explicaron ayer que el Supremo considera que no se ha vulnerado ningún derecho fundamental con la sentencia de este tribunal dada a conocer el pasado mes de abril. Por ello, no entra en el fondo del asunto e inadmite el incidente de nulidad presentado el pasado 9 de mayo como recurso por el Ayuntamiento frente a la anulación del PGOU del 2011, donde además solicitaba la suspensión cautelar del fallo, lo que permitiría que el Plan de 2011 siguiera vigente y se podrían salvar proyectos en marcha como el centro comercial de El Messell. Ahora vuelve a regir el Plan de 1986, que está desfasado y agotado.

Pese a esta decisión judicial, el Ayuntamiento considera que se ha vulnerado su derecho a la tutela judicial efectiva, produciéndose indefensión al no poder alegar en defensa del Plan General, por lo que solicitará amparo Constitucional, aunque el Ayuntamiento es consciente de que la rigurosidad de los criterios de acceso a este tribunal, vigentes desde hace unos años, hacen el TC «casi inaccesible». Estos criterios obligan a basar cualquier recurso ante este tribunal en una infracción de los preceptos constitucionales. No obstante, el Ayuntamiento trabaja en el recurso de amparo al TC.

Así, el tripartito formado por Compromís, Partido del Campello (Podemos) y Demòcrates considera que «El Campello se enfrenta a una situación histórica» ante la redacción de un PGOU diferente al aprobado en solitario por el PP, y que fue muy criticado por la entonces oposición (Compromís, EU y PSOE) por basarse en el ladrillo y en el fallido boom inmobiliario.

El tripartito afirma que «este municipio tiene la posibilidad de implementar un modelo urbanístico adaptado al siglo XXI. Lejos de las pretéritas políticas urbanísticas de cemento sin control ni planificación, el equipo de gobierno se dispone a dotar al municipio de un modelo urbanístico que posibilite un crecimiento ordenado y sostenible económicamente en el tiempo. Lejos de los planes urbanísticos basados en la mera especulación que beneficiaba solo a unos pocos. Esta sentencia significa un impulso y un apoyo a las políticas urbanísticas progresistas del equipo de gobierno».

Fin a los «pelotazos»

El equipo de gobierno asegura que «se ha terminado la época de los pelotazos urbanísticos, y el PGOU de 2011, ahora tumbado por el Supremo, representa todos los defectos y características de un modelo económico que ha sumido a este país en la peor crisis económica de la historia moderna».

El tripartito recuerda que «la aprobación de este plan no tuvo el consenso necesario para dar las suficientes garantías al pueblo pues se aprobó en solitario por la mayoría absoluta que ostentaba el PP y con todos los partidos de la oposición en contra. Así este equipo de gobierno no va a volver a caer en los mismos errores de antaño y va a implementar políticas urbanísticas acordes a los nuevos tiempos que corren y que permitan a El Campello afrontar el siglo XXI con una estructura y unas instalaciones que le permitan crecer creando empleo y ofreciendo los servicios necesarios a empresas y ciudadanos para que desarrollen sus circunstancias vitales en perfecta armonía».