27.ooo metros cuadrados que recogen los ejemplos más representativos de la flora europea. 27.000 metros cuadrados de historia de la huerta mutxamelera. Los jardines de Peñacerrada lucen con más fuerza -si cabe- desde hace unas dos semanas. Y es que, este oasis botánico que se ubica en la plaza del Poble Nou de Mutxamel ha estado sometido a una gran variedad de tareas de rehabilitación durante un periodo de seis meses. Unos trabajos que han dotado de un plus de vistosidad, encanto y atractivo a este entorno declarado Bien de Interés Cultural en 2007.

Un total de diez hombres y mujeres participantes en un plan de empleo promovido por la Generalitat han llevado a cabo multitud de labores de reforma, restauración y embellecimiento en este rincón aristocrático del siglo XVIII.

Uno de los trabajos más laboriosos a los que se han enfrentado ha sido al vaciado de los árboles más altos del jardín para eliminarles carga. Unas tareas que se han llevado a cabo con plataformas elevadoras y que se han realizado como medida preventiva para evitar que puedan caer debido al viento.

Las plagas de insectos también se han solucionado. Las palmeras se han tratado con la técnica de endoterapia vegetal para acabar con el picudo rojo . A través de este método, por el que el tratamiento se inyecta directamente en el interior del tronco, se evita pulverizar químicos que pueden caer sobre otras plantas y sobre los propios trabajadores. Tan sólo una palmera no se ha podido recuperar y ha tenido que se talada.

El picudo negro que atacaba a las chumberas del jardín inglés también se ha erradicado, además del tomicus, que se ha eliminado con trampas de feromonas y de la procesionaria, cuyas bolsas se han retirado a mano.

En concreto, en el jardín francés se han recortado los mirtus que rodean los parterres y se han recuperado los cuatro arcos de cipreses que se encontraban marchitos debido a la escasez de agua. Asimismo, se han plantado pensamientos y otras especies vegetales para crear una simetría en los terrenos.

En el espacio inglés se han llevado a cabo tareas de limpieza y desbroce y se han instalado mangueras de goteo alrededor de los pinos para evitar que reaparezca el tomicus debido a la deshidratación.

En la zona de las chumberas también se ha querido reforzar la absorción de agua, por lo que se ha poblado el terreno con amor de hombre, una variedad capaz de retener mucho líquido para nutrir a las plantas de su alrededor.

Los trabajadores del taller de empleo también han recuperado un camino en la zona de los olmos que había quedado escondido por la mala hierba. Asimismo, han mejorado la rosaleda y han sectorizado el riego de los abetos del laberinto para que crezcan de manera uniforme.

La zona de los huertos también ha sido objeto de intervención, ya que los empleados han plantado lombardas, habas, lechugas y otros vegetales para estudiar y conocerlos trabajos siembra, regadío y recolecta.

Cuarto taller

Este es el cuarto taller de empleo que el Ayuntamiento decide destinar a los jardines de Peñacerrada. La concejal de Medio Ambiente, Lara Llorca, ha asegurado que «si la Conselleria vuelve a sacar los talleres lo volveremos a pedir porque es una muy buena simbiosis para aprender y recuperar nuestra joya botánica». «Si no habría que encontrar otra fórmula para mejorar los jardines porque el mantenimiento es carísimo», ha añadido la edil popular.

Llorca ha destacado la profesionalidad de los empleados y de la docente que impartía los cursos formativos: «Se ha notado la unidad de equipo y el gusto particular de la profesora».

Estos trabajos de rehabilitación y mejora de los jardines de Peñacerrada, junto con los que se llevaron a cabo en el azud de Mutxamel, han sido subvencionados por la Conselleria de Empleo.

Un total de 219.000 euros ha destinado la Generalitat a la realización de estas dos actuaciones a través de un taller de empleo que ha beneficiado a un total de 24 personas del municipio: 14 en el azud y 10 en los jardines.

No obstante, el Ayuntamiento de Mutxamel también ha aportado una cantidad de 14.500 euros que se han empleado para la realización de los dos proyectos de rehabilitación y para la compra de los materiales que se han utilizado en las obras.