La decisión del alcalde de San Vicente del Raspeig, Jesús Villar, (PSOE), de retirar las competencias a la edil de Sanidad, Isalia Gutiérrez, de Compromís, por dar contratos a un compañero de partido según sostiene el primer edil, profundizó una división en el cuatripartito que se ha ido alimentando con el paso del tiempo.

Aún así, tras «el bombazo» de este pasado viernes se ha hecho el silencio. Guanyar, Compromís y Sí Se Puede convocaron ayer a los medios de comunicación a una rueda de prensa que tendrá lugar mañana a las 12 horas en la sala de reuniones del Ayuntamiento para «abordar los últimos acontecimientos en el equipo de gobierno». Por su parte, el PSOE también ha decidido aplazar su comparecencia pública sobre este asunto hasta después de la reunión de su ejecutiva local, que tendrá lugar también mañana lunes pero por la tarde.

Este viernes desde Alcaldía se hizo público un comunicado en el que el primer edil anunciaba que, de forma cautelar, retiraba las competencias a la concejala de Sanidad de Compromís «al considerar inapropiada y susceptible de investigación su gestión respecto a determinados contratos en las áreas de su competencia». Villar aseguraba en este comunicado que Gutiérrez había contratado hasta en 14 ocasiones a la asociación Psiconox, presidida por un miembro de la Ejecutiva de Compromís en Alicante. Estos contratos ascienden, según Alcaldía, a 20.010 euros y se firmaron en el periodo de noviembre de 2015 y marzo de 2016.

Silencio

Este periódico intentó volver a contactar, por segundo día consecutivo, con la concejala Isalia Gutiérrez y con el portavoz de Compromís, Ramón Leyda, sin recibir respuesta. De hecho, las redes sociales han sido nuevamente el escenario de la única manifestación pública de Compromís sobre este asunto. Leyda agradecía desde su perfil personal de Facebook el apoyo recibido y en sendos comentarios afirmaba: «No podran no... som durs com un roca i la veritat se sabrà molt molt prompte» y «Schhhh notáis el silencio? Se aproxima un tsunami...». Además, el portavoz agradecía «las muestras de cariño y apoyo» y, afirmaba: «Estamos muy tranquilos /as y con mucha fuerza... la misma que nos llevará a ganar las próximas elecciones».

La precampaña electoral ha empezado y la crisis del cuatripartito también evidencia las luchas por un mismo electorado.

Polémicas

No obstante, la fractura que hoy se pone de manifesto y cuyo alcance se medirá mañana tras las declaraciones de cada uno de los grupos, comenzó en el mismo momento de la gestación del equipo de gobierno a cuatro bandas, en un pacto que se firmó in extremis. Las declaraciones cruzadas entre el PSOE y Guanyar sobre quién finalmente lograría la vara de mando de la Alcaldía fue el inicio de múltiples enfrentamientos que se incrementaron en los últimos meses y semanas.

Las polémicas por la representación institucional en actos festeros, la dilación en autorizar una procesión con la intervención final de Villar para ponerla en marcha o, más recientemente, las críticas del PSOE a las declaraciones del edil de Juventud, Javier Martínez, de Guanyar, tras excluir al Ejército de unas jornadas formativas fueron la antesala para la gran división del cuatripartito que salió a la luz en torno a las inversiones del próximo año. Los socialistas apostaron por un nuevo pabellón polideportivo y sus socios, en un comunicado conjunto, afirmaron días después que la prioridad eran las inversiones en materia social.

Cuando la tensión entre los miembros del cuatripartito -tras el popular vídeo del edil de Deportes, el socialista José Luis Lorenzo, defendiendo la inversión en el pabellón- aparentemente había pasado y parecía que las relaciones volvían a su cauce se desata una nueva crisis, esta vez más profunda, que ha tenido una consecuencia directa: la supresión de las competencias a una de las ediles de Compromís por unas contrataciones que actualmente se investigan. Las explicaciones y posturas de unos y otros se hacen esperar hasta mañana.