Mucho trabajo y pocas manos. El Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig pide más recursos para hacer frente a la valoración de las personas dependientes que a partir de mayo asume la Concejalía de Servicios Sociales. Hasta ahora el trabajo lo realizaba la Generalitat. Actualmente, dos trabajadoras del área están realizando un curso de formación que ha organizado la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas.

El concejal de Bienestar Social, David Navarro, explica que con esta medida «las personas dependientes van a ser valorados por técnicos municipales que conocen sus casos con detalle, con los que ya existe una contacto previo y, por tanto, recibirán una atención más precisa y humana». A la vez, el edil pide a la Conselleria «más recursos, económicos y humanos, para dar un servicio de calidad» y asegura que «los que tenemos ahora son insuficientes». Navarro explica que su concejalía «heredará» la valoración de unas 250 personas dependientes, y además, deberá atender las revisiones de los casos ya vistos y, también, las nuevas peticiones. Según los datos que maneja Bienestar Social, en San Vicente hay 2.000 expedientes de dependientes. Hasta ahora, las trabajadoras municipales se encargaban de realizar el Informe Social del Entorno, necesario para que la Generalitat realizara la evaluación de los dependientes. El proceso ahora tendrá continuidad dentro de la concejalía. Tras la valoración, una comisión de la Conselleria determinará el grado de dependencia para saber qué servicio o prestación económica le corresponde al solicitante.

El grupo municipal popular, que en el pasado pleno quiso saber si iba a haber un aumento de personal ante esta asunción de responsabilidades, exige a la Conselleria que «además de delegar competencias, incremente medios técnicos y humanos para no sobrecargar a los trabajadores y garantizar que las valoraciones no se demoren más.