El Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig ha logrado un ahorro de 15.000 euros en la recogida de poda al sustituir la empresa a la que se llevan estos residuos, según informaron fuentes municipales. En la ciudad, se recogen al mes entre 100 y 120 toneladas de restos de poda. «Nuestro objetivo es que mejore el tratamiento y valorización de los restos vegetales. El nuevo gestor los reutilizará para hacer compost y biocombustible», explicó la concejala de Urbanismo, Mariló Jordá. Hasta ahora, los residuos se llevaban a la planta de Piedra Negra, en Xixona, pero desde este mes de abril se trasladarán a otro gestor, ubicado en Alicante. El Consistorio desembolsaba así 35.000 euros anuales, mientras que la nueva empresa rebaja esta cantidad a 20.000 euros. Además del ahorro económico, con el cambio de gestor se consiguen menores tiempos de transporte, ya que en cada viaje se ahorran 45 minutos, según detallaron las mismas fuentes.