La esperanza se mantuvo hasta el último momento. Sin embargo, las lluvias obligaron ayer a suspender la procesión de San Vicente Ferrer en su día grande. La Comisión de Fiestas, la Unión de Comparsas y los miembros del clero decidieron aplazar este acto tan esperado hasta el próximo sábado a partir de las 19 horas. La necesidad de preservar la talla y la intensa humedad de las calles de San Vicente del Raspeig tras las precipitaciones fueron los motivos que llevaron a los organizadores a adoptar esta decisión, según explicaron fuentes municipales.

A las puertas de la iglesia, los festeros y vecinos no sabían precisar si había ocurrido algo similar en la historia reciente del municipio. También se señalaba que curiosamente la procesión al santo estaba vinculada tradicionalmente a los ruegos para que lloviera en las tierras del municipio. Un ruego que ayer se convirtió en realidad. Fieles y vecinos quisieron igualmente acompañar al patrón en la iglesia, donde se repitieron los gozos al Santo que se habían entonado tan sólo unas horas antes y que daban inicio, en la medianoche del lunes, al día grande las fiestas patronales.