La polémica sobre la mujer que se postuló como embajadora para las fiestas de Moros y Cristianos de El Campello y que no salió elegida, mantiene divididos a los vecinos de El Campello.

Si unos opinan que las normas deberían de mantenerse tal cual se presentan actualmente en los estatutos de la Junta Festera para proteger y mantener la tradición intacta, otros piensan que «en pleno siglo XXI» -una frase muy repetida cuando se habla de estos temas-, las cosas deberían de cambiar para darle a la mujer un protagonismo que, parece, que todavía no tiene en ciertos ámbitos. De hecho, gran parte de los vecinos se muestran a favor de que las mujeres puedan ostentar el cargo de embajadora porque consideran, mayoritariamente, que «las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres».

Lo que sí está claro es que esta cuestión mantiene divididos a los campelleros. Frente a los que defienden la participación activa de las mujeres en las embajadas, hay una pequeña parte de los residentes del municipio alicantino que sostienen que lo más conveniente es mantener la tradición como hasta ahora y que sean los hombres los protagonistas de esta representación.

Una línea que el jueves se cruzó cuando Esquerra Unida presentó en el pleno una moción para modificar la cláusula de los estatutos que prohibe a una mujer ser embajadora. Una solicitud que no salió adelante por los votos en contra del PP, el PSOE, Demòcrates y Compromís y por la abstención de Ciudadanos.

Tanto el exalcalde popular, Juanjo Berenguer, como el portavoz socialista, Pepe Varó, -ambos festeros- coincidieron en la necesidad de mantener alejada la política de los Moros y Cristianos.Una postura que también apoyó el primer edil de El Campello, Benjamín Soler. «Si por algo se ha caracterizado la Junta Festera en sus 30 años, es porque el Ayuntamiento siempre ha estado fuera. Todas las decisiones pasan por una asamblea y todo se vota», ha explicado Berenguer.

En la misma línea, Pepe Varó, ha declarado que en la Junta «se eligen las cosas democráticamente» y que «el Ayuntamiento no debe ni pinchar ni cortar. El día que ellos decidan que la embajadora sea una mujer y el banderero un hombre, bienvenido será, pero desde el PSOE abogamos por no interferir en la dinámica de la asociación», ha aclarado Varó. Por su parte, la presidenta de la Junta Festera de Moros y Cristianos de El Campello, Ángela Sanz, también ha mostrado su descontento por el intento de politización de la asociación que dirige. De hecho, Sanz ha explicado que en febrero de 2015 la asamblea votó que ningún político formara parte de la directiva.

Desalojo

El pasado jueves la Policía municipal, por orden del alcalde Benjamín Soler, desalojó la sala Ramón Llull debido al intercambio de insultos entre algunos de los asistentes en el momento en el que EU presentó su moción. Personas que, según Ángela Sanz, «no pertenecen a los Moros y Cristianos». Una afirmación que también ha apoyado Juanjo Berenguer: «Fue gente ajena a la fiesta que intentó boicotear el pleno. Los festeros han pasado página respecto a este tema, porque se votó y punto», ha añadido el edil del Partido Popular.

Asimismo, el alcalde de El Campello ha manifestado en su perfil de una red social que esta decisión ha sido «una de las más difíciles que ha tenido que tomar, pero necesaria visto los ánimos de los asistentes».