Una caseta de venta de pirotecnia instalada a unos metros de un parque infantil y entre viviendas, ha desatado la alarma entre vecinos y padres. De hecho, la Guardia Civil y la Policía Local fueron requeridas para comprobar si la instalación contaba con los preceptivos permisos.

Tras conocer la polémica generada, el grupo municipal del Partido Popular solicitó el traslado de la caseta al cuatripartito. Según explican, varios vecinos contactaron ayer con el grupo popular para mostrar su preocupación por la ubicación de este puesto de venta de productos pirotécnicos ubicado a escasos cinco metros de la zona de juegos infantiles del parque Ingeniero José Ramón García Antón, en el centro de San Vicente.

El grupo municipal del PP considera que «es un error que el cuatripartito permita la instalación de una caseta dedicada a la venta de productos pirotécnicos a solo cinco metros de una zona de juegos infantiles, en la que la presencia de niños con sus familias es constante a todas horas y que ha provocado las quejas de los residentes, por lo que pedimos que ofrezcan a este comerciante una ubicación alternativa para vender sus productos».

Piden responsabilidad al equipo de gobierno cuatripartito al que exigen que tome medidas para que esta instalación cambie de ubicación y exponen que «al margen de que la Subdelegación del Gobierno autorice o no la ubicación de una caseta de venta de productos pirotécnicos, corresponde a los responsables políticos del Ayuntamiento de San Vicente asegurarse de que la ubicación es la adecuada y valorar si puede ocasionar algún riesgo o molestias a la población y, en su caso, proponer a los propietarios del negocio una ubicación alternativa para desarrollar su actividad». Al tiempo que aclaran que su denuncia no va contra la actividad del comerciante, sino de la ubicación en la que se le ha permitido estar.

Desde el Ayuntamiento quitan importancia. La concejal de Fiestas, Asunción París, mandaba ayer un mensaje de tranquilidad a los vecinos y también a los padres que llevan a sus hijos a ese parque asegurando que «la instalación cumple las medidas de seguridad que marca la ley». La edil incidió que el objetivo de que esta instalación se sitúe en el casco urbano es lograr «que la venta sea legal, reglada y controlada».

París incidía en el hecho de que la instalación es de pequeñas dimensiones, además de que se trata de «una caseta que vende al por menor con muy pequeña carga de pólvora, con productos adecuados por edad y no suponen un peligro».