La bajada de San Vicente Ferrer del altar de la iglesia principal de San Vicente del Raspeig es para muchos el arranque oficial de las fiestas. Cientos de personas se dieron cita ayer para contemplar los preparativos que ya son una tradición con los que se asegura la imagen para colocarla en su carroza. Previamente los operarios municipales retiraron la mano del santo para entregársela a las Reinas de las Fiestas y la de la Primavera y dar comienzo al besamanos. Es una tradición que cumple 21 años. Los sanvicenteros también han besado una reliquia que contiene un pedazo de la vestimenta del patrón.

Por la noche, los moros protagonizaron la Entraeta, el desfile informal con el que calientan motores para las entradas del fin de semana, y que abrió la capitanía de los Moros Viejos. Y hoy a las 21.30 horas la cita es en la plaza de España donde Miguel Ángel Martín pronunciará el pregón de fiestas.